De Guindos exige a la banca otros 50.000 millones en provisiones

Economía

De Guindos exige a la banca otros 50.000 millones en provisiones

El ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró ayer en 50.000 millones de euros las provisiones extras que deberá realizar la banca española por sus activos inmobiliarios. A su juicio, el sector tiene capacidad para asumir ese agujero, con cargo a sus propios beneficios y a lo largo de varios años.

En una entrevista concedida a Financial Times, De Guindos asegura que es esencial que los bancos limpien sus balances sin imponer un coste adicional al Tesoro. Los analistas habían especulado con la idea de que el nuevo Gobierno creara un banco malo con dinero público, al estilo del irlandés Nama, para que absorbiera los activos tóxicos derivados de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, los grandes bancos se opusieron a la idea, argumentando que podían manejar sus propios problemas y que las entidades más pequeñas y débiles deberían ser absorbidas si era preciso.

En este sentido, De Guindos ha asegurado que debe haber otra ronda de consolidación de cajas. “Si uno toma las valoraciones internacionales, como por ejemplo las irlandesas, como mucho estamos hablando de que se necesitan unas provisiones extra de 50.000 millones», aseguró. «En la gran mayoría de los casos, pueden obtenerlas de los beneficios y podría hacerse no en un año, sino en varios».

De los 338.000 millones de euros de activos inmobiliarios que acumula el sector bancario español, alrededor de 176.000 millones son considerados activos tóxicos (créditos morosos, préstamos al borde del impago y activos adjudicados, especialmente suelo).

Los bancos han cubierto ya una tercera parte de esos activos con provisiones. Según el diario británico, el sector esperaba que la cifra de provisiones que impusiera el Gobierno y el Banco de España rondara el 20%. Pero 50.000 millones de euros -más de un 28%- será más difícil de conseguir, sobre todo cuando la banca tiene que reforzar también sus ratios de capital para cumplir con las demandas de los reguladores europeos.

Aun así, el ministro de Economía y Competitividad confía en la banca española y considera que el problema es “manejable”. “Estos 50.000 millones solo suponen el 4% del PIB español. Esto no es Irlanda. Es un problema de una magnitud diferente».

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