El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, ha evitado encontrarse con su homólogo en Repsol, Antonio Brufau en un desayuno informativo del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo celebrado esta mañana en Madrid. Estaba previsto que el responsable de la constructora acudiera, incluso su asiento estaba reservado en la misma mesa que el de Brufau, pero finalmente se ha quedado vacío.
La guerra interna en Repsol se ha intensificado, pero también en Sacyr. De hecho, el pasado viernes la constructora reunió a su mayor órgano de gestión. La mayoría de los consejeros aconsejaron a Del Rivero que atemperara su batalla en Repsol. Además de Demetrio Carceller y Juan Abelló, los más críticos hasta el momento con la decisión del presidente de Sacyr, los representantes de las cajas también condicionaron su apoyo a que deje de actuar de una manera tan independiente y presidencialista, según aseguran algunos medios.
Mientras tanto, la constructora se enfrenta en las próximas semanas a dos acontecimientos clave. Por un lado la refinanciación del crédito firmado en diciembre de 2006 para adquirir el 20,01% de Repsol, que asciende a 5.200 millones de euros. En este sentido, la intención de Del Rivero es precisamente obligar a Repsol a aumentar su dividendo.
Por otro lado, el presidente de Sacyr tendrá que afrontar en los tribunales no sólo la batalla abierta en Repsol, sino también en su propia compañía. El próximo 30 de noviembre los abogados de Abelló y Carceller, los dos accionistas de referencia de Sacyr, con el 25,3% del capital, se verán las caras con los de la dirección de Sacyr en una vista previa. Es el arranque del juicio entre ambas partes enfrentadas desde la última junta de accionistas de la empresa, celebrada el pasado 19 de mayo.
