El INE confirma que la economía española creció un 0,2% en el segundo trimestre

Economía

El INE confirma que la economía española creció un 0,2% en el segundo trimestre

La economía española creció un 0,2% entre abril y junio, una décima más que en los tres primeros meses del año, con lo que encadena dos trimestres consecutivos en positivo, según ha confirmado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El crecimiento del PIB es consecuencia fundamentalmente de “una contribución menos negativa de la demanda nacional”, según el instituto estadístico, que señala además que en términos interanuales la economía se contrajo un 0,2%, desde la caída del 1,3% del primer trimestre.

El dato publicado hoy, que tendrá que ser ratificado por el instituto el próximo 26 de agosto, coincide con lo adelantado ya tanto por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como por el Banco de España.

En su último Boletín mensual, la institución dirigida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez concretaba que, por el lado del gasto, el retroceso de la demanda nacional se atenuó notablemente en el segundo trimestre, con un descenso interanual del 0,8%, como consecuencia, sobre todo, del repunte del consumo privado.

Según los datos del BdE, el gasto en consumo de los hogares mantuvo la tónica de recuperación de los meses previos, estimándose una tasa intertrimestral del 0,7% y del 1,5% en términos interanuales. La incidencia del plan de ayuda directa a la adquisición de automóviles continuó impulsando la demanda, al igual que el adelanto de las compras ante la subida del IVA, efectiva desde el mes de julio, ha precipitado la adquisición de otros bienes de consumo duradero.

Por ello, advierte de que “a medida que se vayan agotando estos efectos, el consumo podría atenuar su ritmo de avance, en un contexto de descenso de la renta disponible, como consecuencia del menor crecimiento de las rentas salariales”.

El BdE considera además que las tasas de crecimiento “seguirán siendo débiles todavía durante algunos trimestres más”, por lo que el Gobierno debe realizar “una pronta y firme instrumentación de los planes de consolidación fiscal comprometidos y de las reformas estructurales aprobadas o anunciadas”. Además, dados los “riesgos apreciables” para la economía, el Ejecutivo “debe estar preparado para instrumentar medidas fiscales restrictivas adicionales si la consecución de los objetivos presupuestarios se viera en peligro”.

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