Cajasur celebra mañana su Consejo de Administración extraordinario, en el que la entidad cordobesa controlada por la Iglesia Católica espera poder aprobar su fusión con Unicaja (que también celebrará su propio Consejo) a pesar de que aún no se ha llegado a un acuerdo con los sindicatos sobre los recortes de empleo que se realizarán.
Las conversaciones con los trabajadores están estancadas ya que Unicaja y Cajasur se ciñen al plan de negocio de Boston Consulting, que plantea un excedente de más de 1.200 personas, de las cuales 988 corresponderían a Cajasur y 236 a Unicaja, inasumible para los trabajadores.
Aunque el acuerdo laboral no es imprescindible para dar luz verde al proceso de fusión, las cúpulas de ambas cajas pretenden llegar a los consejos con un acuerdo inicial con los representantes sindicales.
La fusión es de vital importancia para Cajasur, ya que sobre ella pende la amenaza de una intervención del Banco de España, que habría dado de plazo hasta junio antes de tomar esta resolución.
