Enel ha admitido que tiene dificultades para vender la red de alta tensión de su filial española Endesa. Según afirma el director financiero del grupo italiano, Luigi Ferrari, en una entrevista concedida al diario Financial Times Deutschland, la compañía tiene previsto desprenderse de estos activos valorados en unos 1.000 millones de euros “en los próximos seis meses”, frente a los planes iniciales que estimaban que el cierre de la transacción se completara a finales de 2009 o principios de 2010. El directivo no ha especificado el motivo de este retraso.
«Confíamos en completar esta operación en el curso de los seis próximos meses», señala el responsable financiero de Enel, que planea desprenderse de un 49% en su filial de renovables Enel Green Power y de otros activos no estratégicos para reducir el endeudamiento del grupo.
Tras su periodo de expansión en los últimos años, culminado con la adquisición de la empresa que preside ahora Borja Prado, el grupo italiano se convirtió en la utilitie más endeudada de Europa al acumular una deuda de 54.071 millones.
El plan de negocios contempla desinversiones antes de que finalice el 2010 activos para obtener 7.000 millones de euros y bajar su deuda en hasta 45.000 millones de euros, una cifra que representa el 26,1% del endeudamiento de todo el sector en Europa, según los cálculos elaborados a partir de los datos de Capgemini.
Recientemente, el consejo de Endesa aprobó el reparto de un dividendo de 0,5 euros brutos con cargo a las cuentas del ejercicio 2009, que se abonará el próximo 4 de enero, y que supondrá un desembolso de 530 millones, de los que un 92% (487 millones) irán a parar a las arcas de Enel.
