El comprador del banco rescatado debería pagar una prima de liderazgo y desembolsar el dinero en efectivo. Bankia es uno de los grandes protagonistas de la mañana después de que el diario Expansión publique hoy en portada que la gran banca estaría estudiando la posibilidad de hacerse con el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri para lograr el liderazgo absoluto en España.
Tal y como publica este medio, el Santander y BBVA habrían mostrado cierto interés por la franquicia. La operación se realizaría mediante una subasta competitiva, como en otras entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pero el comprador debería pagar una prima de liderazgo y, por supuesto, desembolsar el dinero en efectivo.
La fuerte presencia en Madrid y Valencia son parte del atractivo de Bankia, cuyo principal accionista es el Estado, que, al precio actual, no recuperaría el dinero inyectado. Las acciones de Bankia abren la jornada con una subida de un 1,8% hasta los 1,18 euros, mientras que el Ibex 35 pierde un 0,4%.
El Estado inició la privatización de Bankia, de la que controla actualmente un 63% a través de BFA (controlado a su vez al 100% por el FROB), en febrero de 2014. En ese momento, se desprendió de una participación del 7,5% del banco por unos 1.304 millones de euros. La venta se realizó a un precio de 1,51 euros, que suponía una rentabilidad del 12% respecto a la última inyección de capital a 1,35 euros. No obstante, la venta del total de la participación del Estado al precio anunciado entonces supondría unas pérdidas para los contribuyentes de unos 10.500 millones de euros, un 47% de las ayudas totales.
La inyección total del Estado en Bankia, tanto con fondos propios como con los recibidos de Bruselas a través del fondo de rescate MEDE, ascendió a un montante total de 22.424 millones de euros. De éstos, 4.465 millones procedieron de la primera oleada de ayudas del FROB. De los 17.959 millones europeos restantes, sólo 10.700 millones se convirtieron en acciones de la cotizada a consecuencia del canje de los bonos contingentes convertibles suscritos en un principio (CoCos) y otros productos de deuda subordinada e híbrida, como las polémicas preferentes.
