Londres debe reunir una mayoría ponderada de los demás miembros de la UE para bloquear la propuesta. Será muy difícil que encuentre los apoyos suficientes. La Comisión Europea ha presentado una propuesta formal para que el fondo de rescate en el que participa toda la Unión Europea financie el préstamo puente a Grecia. Según asegura Financial Times, el Ejecutivo comunitario lanzó la propuesta a última hora del martes porque consideró que era la mejor opción posible para evitar el impago de 3.500 millones de euros que Atenas debe al Banco Central Europeo (BCE). Según Reuters este préstamo podría ascender a 7.000 millones.
La decisión de Bruselas llega a pesar del rechazo del Reino Unido a usar el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEFF). El ministro británico de Economía, George Osborne, trasladó ayer a sus homólogos europeos su objeción a que se utilizara este fondo, al que contribuyen los 28 países de la UE, y al que Reino Unido ha aportado mil millones de euros.
Bajo las reglas de la UE, ahora el ministro Osborne debe reunir una mayoría ponderada de los demás miembros de la UE para bloquear la propuesta. Aunque ya cuenta con algunos aliados, como Dinamarca y Suecia, no está claro que Londres encuentre los apoyos suficientes para bloquear el plan, según señala el rotativo británico.
El MEFF se creó en 2012, al principio de la crisis del euro, con una capacidad de préstamos de 60.000 millones de euros. Cuando los países de la eurozona crearon un nuevo fondo de rescate, participado por los 19 miembros de la unión monetaria, David Cameron exhibió como un triunfo un acuerdo en una cumbre de la UE para que el MEFF no fuese usado de nuevo para futuros rescates en la eurozona. Sin embargo, los abogados de la UE argumentaron en el acuerdo de 2012 fue político y no legal.
Ahora, la posibilidad de recurrir de nuevo al MEFF para preservar la estabilidad financiera de Europa le supondría a Cameron un problema en el Reino Unido, donde solo la idea de que haya participación británica en la resolución de los problemas de la Eurozona puede irritar a los euroescépticos, sobre todo teniendo en cuenta el referéndum que se celebrará sobre la permanencia del país en la UE.
