Marín fue nombrado consejero delegado del Santander en abril de 2013, en sustitución de Alfredo Sáenz, que había ocupado el cargo durante más de diez años. El 1 de enero Javier Marín dejará de ser consejero delegado de Banco Santander, sustituido por el hasta ahora director general de la entidad, José Antonio Álvarez. Sin embargo, su futuro todavía es una incógnita, ya que se le presentan varias opciones.
Según contempla el informe de nombramientos y retribuciones del grupo, Marín tiene derecho a prejubilarse con una asignación anual que ascendía, a 31 de diciembre de 2013, a 800.000 euros. Alternativamente, podrá optar por reincorporarse a su puesto de director general del banco.
Marín fue nombrado consejero delegado del Santander en abril de 2013, en sustitución de Alfredo Sáenz, que había ocupado el cargo durante más de diez años. El directivo se había incorporado al grupo en 1991, siendo, entre otros cargos, director general del banco y responsable de la División Global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada.
Así, bajo su gestión, el Santander firmó alianzas para el negocio de seguros con Zurich para Latinoamérica y Aegon en España. En la actividad de fondos, desde Banif, lanzó Allfunds, plataforma líder en Europa en distribución de fondos de diferentes gestoras entre inversores institucionales.
Por su parte, su antecesor Alfredo Sáenz se había incorporado al Santander en 1994, con ocasión de la adquisición de Banesto, desempeñando el cargo de presidente de dicha entidad hasta 2002, en que fue nombrado vicepresidente y consejero delegado de Banco Santander, pasando a ser la mano derecha del recientemente fallecido Emilio Botín.
