Las tarjetas black y el recorte de un 35% de la plantilla, protagonistas en las elecciones sindicales de Bankia

Incrementos salariales, mayor conciliación laboral o la eliminación de los suelos en los préstamos vivienda, propuestas de los principales sindicatos en la cita electoral. Los trabajadores de Bankia están llamados a votar el próximo miércoles 26 de noviembre para elegir un total de 398 delegados sindicales, una cita con las urnas que se presenta especialmente ‘caliente’. Al recorte de más de un tercio de la plantilla experimentado desde que se creó la entidad se suman recientes escándalos como el de las tarjetas opacas de Caja Madrid, en el que se han visto implicados algunos sindicatos, especialmente CCOO.

La cita con las urnas se convertirá en una auténtica prueba sobre la aceptación de los trabajadores a los acuerdos alcanzados por los sindicatos con la dirección de la entidad. Un total de 8.200 trabajadores, un 35% de la plantilla que acumularon las siete cajas de ahorros, ha perdido su puesto tras dos expedientes de regulación de empleo (ERE) muy diferentes el uno del otro: si el primero se realizó sobre todo a través de prejubilaciones, el segundo, ya con el nuevo equipo al frente de la entidad, se resolvió con unas indemnizaciones de unos 30 días por año.

Pero más allá de los recortes de empleo obligados por el rescate del FROB, la cita electoral en Bankia estará marcada por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Entre los 86 exconsejeros y exdirectivos de la entidad que utilizaron estas tarjetas, 11 ocupaban un puesto de representación de los trabajadores por elección directa, salpicando especialmente a CCOO, pero también a UGT y ACCAM.

En este ambiente un tanto enrarecido, CCOO, que expulsó del sindicato a los implicados en el escándalo, es el que tiene más que perder. Quizás por ello es el que se ha volcado más en su campaña, con una serie de vídeos promocionales en el que intenta dejar atrás polémicas y presenta sus propuestas electorales. Entre estas propuestas, la formación solicita la contratación de personas procedentes de la bolsa de trabajo del ERE, la subida de salarios por encima del IPC y el aumento de plantilla en los centros con escasez de personal.

Asimismo, en su campaña CCOO defiende la equiparación del número de pagas a todos los empleados y la extensión de bonus por objetivos conseguidos al total de la plantilla. También tiene un hueco para las oficinas ágiles de Bankia, una de las innovaciones que ha traído el equipo de Goirigolzarri al banco, solicitando un horario equilibrad y un aumento de la plantilla donde sea necesario.

Más modesta ha sido la campaña de UGT -el otro gran sindicato de la entidad-, que propone, entre otros aspectos, erradicar las prolongaciones de jornada, regular los horarios o la creación de nuevos permisos para pruebas médicas y enfermedad de familiares hasta primer grado. La formación también defiende la eliminación del suelo en el préstamo vivienda, así como recuperar los incrementos salariales y regular las retribuciones variables.

Pero sin duda, el más combativo de la campaña ha sido la CGT, que recordó en un comunicado que “no firmó el “nefasto ERE, el más grande de la historia de nuestro país”. Para esta formación, que también ha criticado con dureza el uso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, “sólo nos queda aprender la lección y obrar en consecuencia a la hora de elegir a quien tiene que velar por nuestros derechos. Es el momento de hacer pagar socialmente a todos estos aprovechados y las organizaciones que los amparan lo que es más que probable que no paguen penalmente”.

Las otras entidades en las que se celebrarán elecciones el próximo miéroles son CaixaBank, Unicaja, Cajasur Banco, BMN, Liberbank, Banco CCM, Abanca, CatalunyaCaixa, Cecabank, Caixa Ontinyent y Caixa Pollença.

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