La Caixa completa su transformación y se convierte en la primera fundación de Europa

Especial XXIII Aniversario

La Caixa completa su transformación y se convierte en la primera fundación de Europa

Isidro Fainé, presidente de La Caixa

La Fundación Bancaria La Caixa, con unos activos netos de 20.000 millones de euros, se convierte en la primera fundación de Europa continental y la tercera del mundo. El proceso de transformación de las cajas de ahorros ha desembocado en la aparición de una nueva figura, la de las fundaciones bancarias, en virtud de la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias del 27 de diciembre de 2013 impulsada por el ministro de Economía, Luis De Guindos. Así, a finales de este año, todas las grandes cajas que traspasaron sus negocios a bancos instrumentales (CaixaBank, Ibercaja, Unicaja y Kutxabank) y lograron superar con nota la crisis serán ya fundaciones bancarias.

Una de las que más prisa se dio para adaptarse al nuevo escenario planteado por el ministro Guindos fue La Caixa. Ya el pasado mes de junio culminó su transformación en la Fundación Bancaria Caixa d’Estalvis i Pensions de Barcelona, (su nombre completo) tras su inscripción en el Registro de Fundaciones.

Posteriormente, el pasado mes de octubre la Fundación Bancaria La Caixa hizo efectivo el traspaso de su participación del 58,91% en CaixaBank a Criteria CaixaHolding, una vez que quedó inscrita la segregación de activos y pasivos en el registro mercantil. Tras este cambio, Criteria agrupa las participaciones del grupo La Caixa en sectores distintos del financiero y también la de CaixaBank, así como los instrumentos de deuda de los que era emisor la Fundación Bancaria La Caixa.

La nueva fundación se centrará a partir de ahora en la gestión de la totalidad de la obra social, mientras que la del resto de actividades se articulará a través de Criteria CaixaHolding, íntegramente participada por la fundación bancaria.

La Fundación Bancaria La Caixa nace con una dotación fundacional de 5.868 millones de euros, lo que equivale al 0,6% del PIB español actual, y gestionará un presupuesto de la Obra Social de 500 millones de euros, que la entidad ha mantenido invariable a pesar de la crisis. Además, la fundación dispone de unos activos netos de 20.000 millones de euros y se convierte en la primera fundación de Europa continental y la tercera del mundo.

Ley Fundaciones bancarias

La reorganización de La Caixa obedece a la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias impulsada por el Gobierno tras la cual sólo las pequeñas Caixa Pollensa y Caixa Ontinyent mantendrán su actual estructura como cajas de ahorros. El resto de cajas supervivientes de la crisis deberán reconvertirse en fundaciones bancarias, una nueva figura jurídica que conlleva responsabilidades sobre los bancos instrumentales a los que las entidades traspasaron sus negocios.

Según la última circular del Banco de España (todavía en discusión), las antiguas cajas, hoy convertidas en fundaciones bancarias, tendrán que crear un fondo de reservas para hacer frente a posibles necesidades de recursos propios al que deberán destinar la mitad del dividendo que reciban de sus bancos en los primeros años.

El montante de ese fondo se calculará en función de los activos de riesgo de la entidad, pero también se tendrá en cuenta la solvencia, si tiene acciones cotizando o el grado de inversiones de la fundación en el sector financiero. Este fondo será necesario siempre que la entidad mantenga una participación del 50% o de control del banco. Si es inferior, bastará con presentar al supervisor un protocolo de gestión y un plan financiero.

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