CatalunyaCaixa deberá renovar a sus representantes laborales en los próximos tres meses, y a finales de año finaliza la vigencia del actual convenio. El día 22 de noviembre deberá renovarse la representación laboral de CatalunyaCaixa, un proceso que se presenta clave dada la reciente compra de la entidad por parte de BBVA, que conllevará una nueva reestructuración de la plantilla que se sumará al actual Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en vigor.
Así lo recuerda la sección sindical de CSICA-ATB en CatalunyaCaixa, que apunta además en un comunicado en su página web que el próximo día 31 de diciembre concluye la vigencia del convenio sectorial de ahorro.
En ese sentido, cabe la posibilidad de que sigan subsistiendo dos convenios colectivos laborales, uno específico para los bancos que tienen su origen en las antiguas cajas de ahorro, y el habitual de banca. Por ello, el sindicato pide a la actual dirección de la entidad catalana que, “de ‘motu propio’ o siguiendo indicaciones estratégicas del futuro dueño”, decida el convenio colectivo que quiera que sea considerado, “ya que tomar una u otra decisión condicionará los períodos transitorios de vigencia y adaptación”.
Por tanto, la actual Dirección, de “motu propio” o siguiendo indicaciones estratégicas del futuro propietario, debería decidir el convenio colectivo que, de entrada, querrá que sea considerado, ya que tomar una u otra decisión condicionará los períodos transitorios de vigencia y/o adaptación.
“La plantilla debería ser conocedora de si sus representantes legales negociarán el convenio de ‘ahorro’ y, llegado el caso, la equiparación de las condiciones laborales a las del convenio de banca y a las específicas del BBVA o, en su caso, deberá abordar directamente o prioritariamente la citada equiparación”, señala CSICA.
El sindicato añade que, sea cual sea el caso, “está en condiciones de participar, de manera activa y decidida, en la representación y defensa de la plantilla y las mejores condiciones laborales posibles”.
La compra por parte de BBVA conllevará una nueva reducción de plantilla de CatalunyaCaixa. No obstante, los sindicatos de la entidad creen que el banco que preside Francisco González tiene un tamaño suficiente para absorber la plantilla de la entidad rescatada dentro de su estructura. Por ello, confían en que siga el ejemplo de la compra de Unnim, que se saldó con un recorte de 1.200 empleados pero sin medidas traumáticas, a través especialmente de prejubilaciones.