Rompenieves, una película de Bong Joon-ho

La butaca

Rompenieves, una película de Bong Joon-ho

Rompenieves

La película llega con retraso después del rifirrafe que tuvo, Bong Joon-ho, con dos de los hombres más poderosos de la meca del cine, los hermanos productores Weinstein, que le exigieron cortar varios minutos de metraje. El director surcoreano Bong Joon-ho alcanzó gran proyección internacional con ‘The Host’, una película sobre una monstruosa criatura mutante que pronto se convirtió en la más taquillera de la historia en el país asiático. El éxito traspasó las fronteras e incluso se habló sobre un ‘remake’ norteamericano.

Ahora llega su último trabajo, ‘Rompenieves’, la primera incursión del realizador en la industria estadounidense. En esta puesta de largo, Joon-ho se ha rodeado de caras tan conocidas como el Capitán America Chris Evans, las oscarizadas Tilda Swinton y Octavia Spencer y los inagotables Ed Harris y John Hurt.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para el director coreano en este ‘bautizo hollywoodiense’. La película llega con retraso después del rifirrafe que tuvo con dos de los hombres más poderosos de la meca del cine, los hermanos productores Weinstein, que le exigieron cortar varios minutos de metraje. Joon-ho se negó, lo que está causando algunos problemas de distribución. En España ha llegado a muy pocas salas (se proyectará en alguna más a partir de este fin de semana).

Entrando ya en materia, ‘Rompenieves’ (o ‘Snowpiercer’, el título inglés, por el que es más conocida) está basada en la novela gráfica homónima de origen francés de Jacques Lob y Jean-Marc Rochette.

En 2014, un fallido experimento para solucionar el problema del calentamiento global acaba congelando la Tierra. Los únicos supervivientes de la humanidad están a bordo de un larguísimo tren que se mueve en círculos por el mundo, con un motor en constante movimiento. En los primeros vagones del Snowpiercer, vive entre lujos la primera clase; mientras que en la cola sobreviven hacinados y pasando hambre y frío los pasajeros de segunda. Hasta que en 2031 y tras varios intentos de otros camaradas, un joven llamado Curtis lidera una rebelión en la parte trasera del tren para hacerse con el control de la máquina.

El tren es por tanto un reflejo del mundo, de la sociedad: unos tienen que alimentarse con detestables barras gelatinosas de proteínas para que otros puedan disfrutar de exquisitos manjares. De esta manera, la historia de ciencia ficción post-apocalíptica se convierte también en una sátira política. Pero no se queda solo en la lucha de clases, intenta reflexionar también sobre el por qué de la condición humana.

Antes de ello, iremos junto a los protagonistas desde ‘los pies’ hasta ‘la cabeza’ del tren, descubriendo junto a ellos los rincones que esconde, superando vagones y obstáculos. En cada uno de ellos acecha una aventura distinta, lo que permite una mezcla de estilos: enfrentamientos con los malos, lujosos vagones para que a los ricos no les falte detalle, angelicales personajes que no son lo que parecen…

Así, consigue que la historia en un espacio tan claustrofóbico como un tren no se haga nada monótona ni aburrida.

Todo rodado con un gran despliegue artístico y técnico que ofrece una impresionante potencia visual, reforzada por el manejo de Joon-ho en cuanto a la planificación y el lenguaje cinematográfico. La película es muy ambiciosa, ha contando con un amplio presupuesto que ha hecho posible esa grandeza visual.

El trayecto es trepidante, con mucha acción y, en algunos capítulos, mucha sangre. Un ingenioso y elegante espectáculo que pierde fuelle en su parte final, cuando se profundiza en el aspecto más dramático, pero se pierde tensión.

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