“No apreciamos la vida hasta que sentimos que la perdemos”. Este vídeo ha dado la vuelta a la realidad y no intenta concienciarnos sobre los problemas a los que se enfrentan los pacientes con cáncer. Por el contrario, son estas personas las que nos dan una lección de vida muy importante, ya que parece que sólo ellos han sido capaces de entenderlo.
“No apreciamos la vida hasta que sentimos que la perdemos”, reza una frase al final del vídeo. Y es que, después de casi seis minutos, los pacientes con cáncer nos convencen de verdad de que las prioridades que tenemos la gente sana son completamente superficiales, comparadas con los sueños que desvelan a los enfermos.
En este fragmento “se plantean las mismas preguntas a dos desconocidos que no pueden verse entre ellos”. “No saben quién hay a su lado y lo que menos esperan es que sea un joven con cáncer y sus familiar”, predice un rótulo antes de comenzar las entrevistas.
“¿Si pudieras pedir un deseo, cuál sería?” o “¿Qué te hace más feliz?”, preguntan a ambos grupos. “Conseguir trabajar en Nueva York como periodista”, contestan a un lado. “Lo que me hace más feliz es que me toque el aire en la cara”, contestan del otro.
Lo que sorprende, y por supuesto, emociona, de este vídeo, son las reacciones de las personas sanas al escuchar las motivaciones de los enfermos para ser felices, incluso antes de saber de su enfermedad.
La enseñanza que nos regalan estos enfermos: “apreciad las pequeñas cosas pues son grandes cuando nos faltan”.
Y a cambio, no piden nada. Por eso, podemos regalarles otra oportunidad a través de la donación de médula, que, según informa DKMS, bajo el lema “juntos contra la leucemia”, ni duele, ni es peligroso.
