La forma de pitar del colegiado valenciano no gusta en la Ciudad Condal tanto como en la capital de España. La elección del árbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz como el encargado de dirigir la final de Copa del próximo 16 de abril entre el Real Madrid y el Barcelona no habrá sido tomado con el mismo entusiasmo por aficionados de uno y otro equipo.
Para los madridistas, hastiados de las últimas designaciones en los ‘clásicos’, es el colegiado perfecto para este tipo de partidos: deja jugar más que el resto de árbitros del fútbol español, antepone el diálogo a las tarjetas y castiga con dureza al jugador que se tira descaradamente buscando que el juez de la contienda ‘pique el anzuelo’. Por ello, se suele decir que tiene un perfil más cercano a los directores de la contienda de la Premier League. Y eso es algo que no gusta en la Ciudad Condal.
A los azulgranas esa forma de arbitrar no les va nada bien. Por ello, es conocido por todos que en el vestuario azulgrana Mateu Lahoz no gusta nada y más si cabe desde el día en el que el extécnico madridista José Mourinho alabó al valenciano y lo calificó como el mejor árbitro que deja jugar. Además de todo, la prensa deportiva catalana ya criticó alguna que otra vez la designación del colegiado para otros partidos del Barça. Sin ir más lejos, el enero pasado, cuando los del ‘Tata’ Martino se enfrentaron al líder de la Liga, el Atlético de Madrid.
En aquella ocasión, Mundo Deportivo criticó la elección de Lahoz y achacó el nombramiento a la creciente influencia federativa de los rojiblancos. Pero no quedó ahí la cosa. Alertaron de que su tolerancia al “juego duro en tareas defensivas” iba a perjudicar al Barcelona frente a un conjunto tan intenso como el del Atlético.
Pese a todo, será la primera final del torneo del KO que dirija el valenciano y su primer Real Madrid-Barcelona ‘serio’. Ya pitó la vuelta de la Supercopa de agosto de 2012 entre merengues y culés que se saldó con victoria y título para los blancos por 2-1. Un choque en el que el Barcelona protestó la permisividad permitida por Lahoz y la expulsión de su jugador Adriano Correia, derribó a Cristiano Ronaldo siendo el último hombre, cuando no se habían disputado ni 30 minutos de encuentro.
