Categorías: El tocadiscos

Love’s crushing diamond

Mutual Benefit

Un remanso de paz. Esa es una de las posibles descripciones de este ‘Love’s crushing diamond’, el primer álbum de Mutual Benefit, o lo que es lo mismo, del multiinstrumentista de Brooklyn Jordan Lee, que también ha sido calificado como ‘folk bárroco’ por algunos medios internacionales influyentes en el mundo de la música moderna.

Hay críticos que han encontrado paralelismo entre esta oferta perpetrada por Lee y músicas semiolvidadas hoy, aunque recientes, por la vertiginosa rapidez con la que avanza en este siglo XXI la avalancha de las modas. Las referencias más obvias serían el primer Sufjan Stevens o el mejor Devendra Banhart de los primeros tiempos. Aquellos ‘folkies’ que tuvieron su momento de gloria y, sin haberse desvanecido del todo, parecen haber pasado a un segundo plano.

Sin embargo, quizá sea posible encontrar otros referentes más lejanos. Como la maravillosa ‘Incredible String Band’ de Mike Heron y Robin Williamson que, en la década de los sesenta del pasado siglo escribió las páginas más grandiosas del folks psicodélico en pleno éxtasis de ácido.

Hay una larga introducción antes de la primera canción del disco ‘Strong River’ que también trae a la memoria ciertos pasajes instrumentales de los primeros Moody Blues, una banda que no perdió el gusto por hacer buenas canciones, a pesar de sus evidentes querencias sinfónicas.

Este estallido musical en crescendo parece ejercer como puerta de entrada a un mundo mágico, repleto de duendes, hobbits, y princesas, en el que los sedosos arreglos de cuerda ejercen de corrientes subterráneas por las que recorrer los distintos paisajes sonoros que se nos proponen.

Pero en esta suerte de estampas impresionistas, generadoras de relajación si se le concede a la escucha de estas siete joyas el tiempo y el espacio que requieren, nunca falta la nitidez melódica ni la construcción de estructuras tímbricas notables que contribuyen a generar ese clima de placidez que caracteriza al conjunto.

Pero ‘Love’ crushing diamond’ no es solo un disco de música ambiental agradable. Aunque Jordan Lee ha corrido el riesgo de que pueda ser considerado así porque se mueve constantemente en el límite mismo del sonido de un ‘hilo musical’ del siglo XXI. Aquí hay tensión subyacente, y, ya lo he dicho, canciones enormes, en las que también se deslizan aromas del mejor ‘Prefab Sprout’ de mediados de los ochenta.

Baste con poner como ejemplo el segundo y el tercer tema del disco para ilustrar la bondad de aquello de lo que estamos hablando. Esas ‘Golden Wake’ y ‘Advanced Falconry’ que, además ha sido las puntas de lanzas promocionales del lanzamiento al estrellato de estos Mutual Benefit de un Jordan Lee que apunta, claramente, maneras de superestrella.

Aunque mi canción favorita es ‘Strong Swimmer’, una tonada envolvente de siete minutos que no se hace larga porque tiene todo lo que necesita. Lo mismo que el álbum en general que, a diferencia de otros recientes, no presenta más duración de la necesaria y conveniente.

En estas fechas, cuando empiezan a aparecer las listas con los mejores discos del año, tal vez ‘Love’s crushing diamond’, consiga o no hacerse un hueco en las preferencias de los sesudos críticos internacionales. Eso, probablemente es lo de menos.

Da la sensación de que esta maravillosa anomalía que está fuera de las actuales preferencias de los diseñadores de moda y la gran industria textil que manda hoy en el mundo de la música, podría ser imprescindible en el futuro para entender la grandeza de algunos de las nuevas bandas que han debutado en 2013. Un año en el que se ha grabado muy buena música, por cierto.

Acceda a la versión completa del contenido

Love’s crushing diamond

Rafael Alba

No fui fotógrafo de "Playboy", pero sí hice allí entrevistas y artículos. Escribí sobre música en "Diario 16", "Geo", "El Gran Musical", "ZZPOP", "Audioprofesional", "Sterofonía" y "Backstage". En "El Economista", "America Económica", "Cuba Económica" y "La Revista de la Bolsa" intenté aprender economía. En "El Boletín" me metí en política. Y ahora he vuelto a lo mío. Pero lo que más me gusta es tocar la guitarra, así que no es raro verme subido al escenario de algún club…con Las Dos en Punto, por ejemplo.

Entradas recientes

El mundo, servido en mesa de nogal

El nuevo orden mundial se cocina como un banquete privado. Putin señala territorios como quien…

7 horas hace

La ONU: el árbitro al que todos invocan y casi nadie obedece

Hubo un tiempo en que la ONU era un lugar al que se acudía para…

8 horas hace

Cuatro comunidades concentran el 68% de la deuda autonómica

El reparto territorial vuelve a dejar dos lecturas claras: Cataluña concentra el mayor volumen absoluto…

10 horas hace

EEUU publica nuevos archivos del caso Epstein con testimonios de víctimas y cientos de páginas censuradas

Los documentos incluyen testimonios de víctimas, transcripciones del Gran Jurado y otros registros judiciales de…

13 horas hace

Valencia sale a la calle para exigir vivienda digna y la prórroga del Escudo Social

La movilización ha partido de la Plaza de San Agustín y ha concluido en la…

14 horas hace

La deuda pública mundial entra en zona de riesgo: el problema ya no es cuánto se debe, sino cómo se paga

El cambio de ciclo monetario ha alterado el equilibrio que permitió durante años convivir con…

17 horas hace