Las decisiones de Florentino Pérez cada día tienen menos adeptos. La venta de Mesut Özil ha vuelto a revolver a todo el madridismo y a uno de los mejores aliados del presidente del Real Madrid, José Mourinho, que no entiende como se ha echado a uno de los mejores jugadores del mundo en su posición.
Álvaro Arbeloa, José Mourinho o Cristiano Ronaldo son, entre otros, de los más sorprendidos con la operación de venta de Mesut Özil, que junto con la mayor parte del madridismo siguen sin apoyar las decisiones de una directiva que continúa con las orejeras puestas.
La cuenta es básica para muchos y nadie (excepto Florentino) entiende que Özil valga en el mercado la mitad que Gareth Bale, y sólo se explica por un empecinamiento personal animado por el orgullo de no aceptar un no por respuesta del presidente merengue.
La suplencia de Iker Casillas, la marcha de Mesut Özil y de Gonzalo Higuaín siguen generando un malestar generalizado en una afición a quien se le ha prometido victorias con un buen juego, pero a día de hoy con el diseño de la plantilla realizada desde los despachos y después de tres partidos de Liga el objetivo parece lejano.







