A seis semanas de la contienda electoral en Italia, el panorama no parece demasiado claro para Mario Monti. Quizá por eso ‘el profesor’ ha pedido ayuda a WPP, el mayor grupo mundial de comunicación política para que le ayuda a derribar a Berlusconi.
‘Il Cavaliere’ está en horas bajas, pero su dominio de los medios de comunicación y su instinto natural para la gestión de su propia imagen pueden traerle más de un problema a Monti y sus candidatos. Sobre todo por la fórmula elegida por el ‘profesor’ para concurrir a las elecciones: Ser la cabeza de un grupo centrista que le nombrará primer ministro si gana, pero en cuyas listas no figura como candidato.
Al final, esta ambigüedad parece pasarle factura y beneficiar al candidato de la izquierda Pier Luigi Bersani, cuya imagen moderada compite con la de Monti, porque también fue capaz de apoyar, a pesar de su ideología contraria a los ‘recortes’, los duros ajustes que tuvo que llevar a cabo el profesor.
Por eso, Monti se ha decidido a pedir ayuda a un viejo amigo, Martin Sorell, el fundador de WPP, el mayor grupo de comunicación política y relaciones públicas del mundo que cuenta entre sus empresas filiales a empresas como Burson, J Walter Thompson, Red Cell o Lorien Consulting
Sorell y su compañía han sido vitales para los éxitos electorales de políticos de ideologías, aparentemente, tan dispares como David Cameron y Barack Obama. Sobre todo porque el ‘amo’ de las relaciones públicas globales dice moverse más por sintonía personal que por cualquier otra motivación.
Y ahora está dispuesto a conducir a Mario Monti a la victoria. Lo que en su caso, sólo significa que consiga repetir como primer ministro, incluso si los grupos políticos que le apoyan no triunfan en las urnas.