Lo tiene difícil pero quiere intentarlo. Obama y, sobre todo su vicepresidente, Joe Biden, van a intentarlo. Quieren que Hollywood se implique en su cruzada contra las armas de fuego. Saben que es el mejor aparato propagandístico del planeta tierra y lo quieren a su lado en la batalla.
Biden ha convocado a una reunión a alguno de los principales altos ejecutivos de la industria del espectáculo, muchos de ellos simpatizantes del Partido Republicano que, sin embargo, suelen votar a los demócratas moderados. Sobre todo ahora, que las ‘majors’ quieren tener el apoyo de Washintong para luchar contra las Interneteras y las violaciones del ‘copyright’.
Además, la beligerancia de la Asociación Nacional del Rifle contra la industria del cine de EEUU a la que responsabiliza de difundir y extender la violencia con sus producciones, se ha convertido en un poderoso argumento para que las ‘majors’ escuchen la petición de Obama.
Pero La Casa Blanca espera más de Hollywood que un simple comunicado de adhesión. O eso se cuenta hoy en algunos blogs especializados. Quiere historias, visibles en todas las pantallas, que demuestren la necesidad de imponer un severo control de las armas de fuego. Es obvio que las ‘majors’ pueden hacer esas películas. Sólo hay un problema, ¿quién financiará la producción?
