Los espectadores de Solaris comieron, de media, 127 gramos de palomitas mientras que los de Mi gran boda griega tomaron 82. Una investigación realizada por el Laboratorio de Alimentos y Marcas de la Universidad de Coronell (Cornell Food and Brand Lab o CFBL) en Nueva York ha concluido que las personas que ven películas tristes o dramáticas comen más que las personas que prefieren otro tipo de cine.
La investigación, como señala Publimetro, considera que esto se debe al impacto emocional de la película. Así, y según el estudio, los cinéfilos comieron el 28% más de palomitas al ver Love Story que la comedia Sweet Lova Alabama
Otro ejemplo el de Solaris y Mi gran boda griega. En la primera, los aficionados comieron, de media, 127 gramos de palomitas frente a los 82 que vieron la segunda.