La agencia estadounidense, que cita personas con conocimientos del asunto, señala que empresas estatales como Sinopec y PetroChina estarían en conversaciones con los proveedores para comprar cargamentos al contado de Rusia con un gran descuento. Algunos importadores estarían considerando la posibilidad de utilizar empresas rusas para participar en las licitaciones de compra de GNL en su nombre para ocultar sus planes de adquisición de los gobiernos de ultramar.
La mayoría de los importadores de GNL de todo el mundo no compran cargamentos rusos por temor a futuras sanciones o daños a la reputación, ya que la guerra en Ucrania se prolonga y la Unión Europea aumenta la presión contra Moscú. Las empresas chinas se perfilan como algunas de las únicas dispuestas a asumir ese riesgo.
PetroChina no quiso hacer comentarios, mientras que Sinopec no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios durante un día festivo, señala Bloomberg.
El movimiento imita al que ya han llevado a cabo las refinerías de petróleo de China, que también están comprando discretamente el crudo ruso barato que el resto del mundo no quiere. Los importadores chinos ya habrían comprado varios cargamentos de GNL en las últimas semanas, según los operadores.
El GNL ruso se negocia con más de un 10% de descuento respecto a los envíos normales del norte de Asia en el mercado al contado, según los operadores. China no tiene actualmente una necesidad imperiosa de GNL, debido al clima más benigno y a una menor demanda por las restricciones debido al Covid-19. Sin embargo, el gas ruso con un gran descuento puede ayudar a llenar los depósitos de almacenamiento antes de que los precios vuelvan a subir este verano.
Los compradores chinos de GNL están buscando los cargamentos a través de discusiones bilaterales con el fin de mantener un perfil bajo en el mercado al contado, según los comerciantes, que pidieron el anonimato ya que las conversaciones son privadas. Y las empresas siguen siendo cautelosas, optando por no comprar grandes cantidades.
En lugar de participar directamente en una licitación de venta de GNL ruso, las empresas chinas estarían buscando utilizar las llamadas ‘sleeves’ o empresas que compran en su nombre para enmascarar sus adquisiciones. Esto ayudaría a enmascarar su actividad al contado, y en su lugar parecería que la empresa china puede estar aceptando una entrega de gas ruso de un contrato a largo plazo, algo que las empresas de todo el mundo han seguido haciendo a pesar de la guerra en Ucrania.
También están evitando la participación de las oficinas satélite de Londres a Singapur, para eludir cualquier posible problema con esos gobiernos. La mayoría de las mesas de negociación de GNL de las empresas chinas se encuentran en el extranjero.
