Cabify, dispuesto a mudarse desde el ‘paraíso’ de Delaware para atajar las críticas

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Cabify, dispuesto a mudarse desde el ‘paraíso’ de Delaware para atajar las críticas

Aunque la empresa española asegura que paga aquí los impuestos por su actividad económica en España, tiene su sede en el estado norteamericano favorito de las grandes empresas.

    Cabify está dispuesta a mudar su sede desde Delaware a España si eso supone ayuda a acabar con el conflicto entre el sector del taxi y las empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC). Según informa hoy El Independiente, la empresa española, con sede en Estados Unidos, adelanta su intención de trasladarse a Madrid para acabar con una de las principales acusaciones contra la empresa y otras como Uber: el pago de impuestos.

    “Es algo que ya teníamos previsto, que estaba dentro de los planes de la empresa, pero hemos querido adelantarlo para cerrar de una vez esta discusión”, explica al citado medio el responsable de Cabify en España, Mariano Silveyra. Defiende además que la acusación no es cierta porque “Delaware es una región con beneficios fiscales para las empresas, sí, pero no es un paraíso fiscal”.

    A diferencia de Uber, que factura en Holanda sus servicios realizados en España, Cabify sí las registra en España, aunque no ha pagado Impuesto de Sociedades porque arrastra años de pérdidas y tiene su matriz en delaware. La cúpula de la empresa viene argumentando que su sede está allí por exigencia de los inversores. Unas presiones que, según parece, Cabify está dispuesto a soportar en adelante.

    Delaware acoge la sede fiscal de más de 250.000 empresas de todo el mundo, y es uno de los destinos favoritos de grandes compañías españolas, por delante de Irlanda y Holanda.

    Aunque no figura en ninguna lista oficial de paraísos fiscales, Delaware tiene una empresa por cada cuatro habitantes, y la baja tributación que impone lo convierte en un paraíso de facto para cientos de compañías de todo el mundo. Solo un edificio de una de sus localidades albergaba en 2016 más empresas que todo el País Vasco, según constataba Oxfam Intermón.

    ¿Y por qué gusta tanto a las empresas? En primer lugar, el Impuesto de Sociedades es hasta tres veces menor que el español y el IRPF cuenta con cinco tramos, desde el 2,2% hasta el 5,95% de los ingresos brutos (en España oscila entre el 19% y el 45%).

    Además, no es obligatorio declarar ni registrar el nombre de los propietarios reales de la empresa, por lo que hay vía libre a la utilización de testaferros (lo que abre la puerta a ocultar actividades criminales). Las las cuentas bancarias y la actividad de la empresa no tienen que estar en Delaware para instalarse como sede fiscal. Pero pese a no realizar ninguna actividad en EEUU, las compañías pueden beneficiarse de las exenciones totales de impuestos.

    Por otro lado, no tienen que abonar impuestos por actividades intangibles, es decir, las relativas a propiedad intelectual o marcas.

    El mes pasado, el fundador de Cabify, Juan de Antonio, publicó en varios periódicos y a toda página una carta dirigida a Podemos en la que aseguraba que la compañía “paga en España el 100 % de los impuestos de su actividad económica”.

    Fue un cruce con dirigentes de Podemos después de que los dirigentes de la formación morada ratificaran ante el juzgado sus acusaciones de «elusión fiscal» y de que Montero insistiera en que Cabify tiene su sede en un paraíso fiscal.

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