BBVA cerró la primera mitad del año con un beneficio atribuido de 2.306 millones de euros, un incremento de un 25,9% respecto al mismo período de 2016, según ha comunicado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras el cierre de los mercados. El grupo que preside Francisco González explica este incremento por la buena evolución de los ingresos recurrentes, la moderación de los gastos de explotación y la reducción de los saneamientos.
El margen de intereses alcanzó los 4.481 millones de euros sólo en el segundo trimestre, el más alto de los siete últimos, hasta situar la cifra de enero a junio en 8.803 millones de euros, un 5,2% más. Por su parte, el margen bruto semestral alcanzó 12.718 millones de euros, con un aumento interanual del 4,0%.
El banco destaca que en el primer semestre se hizo patente el esfuerzo realizado en contención de costes mediante los planes de eficiencia y la materialización de ciertas sinergias. Todo ello permitió que la ratio de eficiencia se ubicara por debajo del umbral del 50% (en 49,6%). En este contexto, entre enero y junio, el margen neto alcanzó los 6.407 millones de euros, con un crecimiento del 8,6%.
En cuanto a la calidad del crédito, la tasa de mora se situó en el 4,8%, frente al 4,9% de diciembre de 2016, mientras que la tasa de cobertura pasó del 70% al 71% en el mismo período. El coste del riesgo se mantuvo en niveles del 0,9%. En términos de solvencia, BBVA generó 20 puntos básicos de capital en el semestre. A cierre de junio, la ratio CET1 ‘fully loaded’ alcanzó el 11,10% tras el impacto negativo de la compra del 9,95% adicional del turco Garanti en marzo. La ratio de apalancamiento fully-loaded se situó en un 6,8%.
Si se contabiliza sólo la actividad bancaria en España, BBVA alcanzó un beneficio de 670 millones de euros, un incremento de un 8% respecto a la primera mitad de 2016. La tasa de mora bajó al 5,7% y la tasa de cobertura ascendió al 53%. La actividad inmobiliaria registró unas pérdidas de 191 millones de euros.
