Anticorrupción rebaja la pena de cárcel solicitada para Matas por la adjudicación del Palma Arena

Baleares

Anticorrupción rebaja la pena de cárcel solicitada para Matas por la adjudicación del Palma Arena

La fiscal acusa a Matas de adjudicar la obra pública “como si fuera un contrato privado” y de no respetar “ni uno solo de los principios de derecho administrativo”.

Jaume Matas, expresidente del Govern de las Islas Baleares

El juicio contra el expresidente balear Jaume Matas -en el marco de las piezas 8 y 9 del caso Palma Arena en el que se ha juzgado la presunta contratación irregular de los arquitectos que diseñaron y construyeron el velódromo- ha quedado hoy visto para sentencia.

En sus conclusiones finales, la Fiscalía Anticorrupción ha rebajado de cuatro a tres años de cárcel la pena solicitada para Matas, que está acusado de presuntos delitos de fraude a la administración y prevaricación en concurso con falsedad. Asimismo, el Ministerio Público le pide 685.293 euros en concepto de responsabilidad civil, a pagar en un 95 por ciento Matas y en un 5%el ex director general de Deportes del Govern, José Luis ‘Pepote’ Ballester, cuya defensa se conforma con las peticiones de la Fiscalía.

Además, la fiscal Laura Pellón ha calificado como “inverosímil” la versión de los hechos del ex presidente del Govern, Jaume Matas, en el juicio por la contratación de los arquitectos del Palma Arena, y lo ha acusado de adjudicar la obra pública “como si fuera un contrato privado. Así lo ha expresado la fiscal durante la exposición de sus calificaciones definitivas en la última sesión del juicio, tal y como informa Europa Press.

La Fiscalía sostiene que el mundial de ciclismo en pista “era lo de menos”, y que Matas quería construir no un velódromo sino una instalación multifuncional para el final de legislatura, antes de que concluyera su mandato.

En esta línea, la fiscal ha recalcado que la contratación “no respetó ni uno solo de los principios de derecho administrativo”, en especial porque el procedimiento carecía del expediente obligatorio correspondiente.

Además, sostiene que Matas “impuso” la contratación del despacho de arquitectos de los hermanos García-Ruiz para colaborar con el arquitecto alemán Ralph Schürmann y posteriormente hacerse cargo de la obra, a pesar de que “no tenían la cualificación necesaria”.

Esta es la cuarta vez que Matas se sienta en el banquillo tras el juicio por el caso Nóos, el de los discursos escritos por el periodista Antoni Alemany y por la contratación ficticia de su mujer, Maite Areal, en el hotel Valparaíso.

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