Las exportaciones de China registraron en diciembre su mayor caída en dos años, mientras que las importaciones también se contrajeron, alimentando la preocupación sobre una desaceleración de la segunda mayor economía del mundo. Y ello, a pesar de que el superávit comercial con EEUU de todo el 2018 alcanzó un nuevo récord, dando argumentos al presidente Trump para incrementar la presión contra Beijing.
En concreto, según las cifras de la balanza comercial conocidas esta mañana, las exportaciones cayeron contra todo pronóstico un 4,4% en diciembre, al tiempo que las importaciones se redujeron un 7,6%, su mayor caída desde julio de 2016. El mercado había augurado una caída de un 3% en las exportaciones y un aumento del 5% en las importaciones.
En lo que se refiere al comercio con EEUU, con ambos países involucrados en una guerra de aranceles, las exportaciones se redujeron un 3,5% en diciembre, pero las importaciones se desplomaron un 35,8%. Así las cosas, en el conjunto del año el superávit comercial de China respecto a EEUU se amplió un 17,2% hasta una cifra de 323.320 millones de dólares, el más alto registrado desde 2006, según cálculos de la agencia Reuters.
Las exportaciones globales de China en todo 2018 aumentaron un 9,9%, su mejor desempeño en siete años, y las importaciones aumentaron un 15,8%.
