El secretario general del partido socialista ha calificado a la ‘Nuit Debout’ como “una buena noticia” que puede ser el germen de la “primavera de la repolitización”. El ‘15-M’ francés camina hacia la consolidación. Tras el cuarto día de concentración en la emblemática Plaza de la República, la ‘Nuit Debout’, como se conoce al movimiento, enfila su quinta jornada que avance en la coordinación de esa indignación que ha renacido en Francia. Mientras tanto, la política francesa no ignora un fenómeno que se ha instalado en el corazón de París y en otros espacios públicos del país.
Las respuestas que están dando los políticos franceses al movimiento oscilan entre la admiración y el respeto. Por el momento, las primeras reacciones que han salido del Gobierno de François Hollande, ha girado más por la segunda acepción que por la primera. Así lo ha transmitido Myriam El Khomri, ministra de Trabajo y objeto de las críticas de los manifestantes por su reforma laboral: “Debemos estar atentos, debemos escuchar a las expresiones de dondequiera que vengan”.
“Estoy atenta a todas las interpelaciones, cualesquiera que sean, nacidas de la movilización en la última semana, como la de la Plaza de la República y la de los sindicatos”, ha afirmado El Khomri en unas declaraciones recogidas por el medio francés Le Monde este lunes. Una línea que ha continuado el propio Hollande porque para el presidente galo “lo importante es escuchar” para así poder “dar respuestas”.
Pero, a pesar del respeto con el que se ha tomado el foco de indignación que ha nacido, El Khomri ha remarcado una línea roja. “Admito menos los mensajes fáciles: cuando escucho a un joven en la Plaza de la República diciendo que con la ley de trabajo podremos trabajar como aprendices unas 70 horas semanales, es falso; Eso no está en mi ley”, ha aseverado la ministra.
Mejor reacción ha tenido una voz autorizada del Partido Socialista, Jean-Christophe Cambadelis, secretario general de la formación que gobierna en Francia y a la que pertenece Hollande. Cambadelis ha calificado, en declaraciones recogidas por Le Parisien, a la ‘Nuit Debout’ como “una buena noticia” que puede ser el germen de la “primavera de la repolitización”. De hecho, el político ha confesado que ha acudido a la Plaza de la República para dar “una pequeña vuelta discretamente” y así palpar el sentir del movimiento.
Pero si un político -de primera fila- ha mostrado el mayor gesto de admiración al ’15-M francés’ ese ha sido Jean-Luc Mélenchon, cofundador del Partido de la Izquierda y candidato a la presidencia en 2012 por el Frente de Izquierdas. “Es genial ver a estos jóvenes volver a la escena con esta conciencia social”, ha celebrado el veterano político, que incluso ha hablado de un movimiento “formidable”. Los rumores de canalizar la indignación y transportarla al ámbito político ya le han rodeado. A lo que rápidamente ha querido despejar cualquier duda y recordar que él no es el protagonista: “Yo no quiero ponerlo en marcha, yo estaría muy orgulloso de que el movimiento me recibiese”.
En cuanto al móvil que ha hecho que cientos de manifestantes se congregasen en los espacios públicos como señal de protesta, Mélenchon entiende la situación actual que vive la izquierda y los partidos tiene mucho que ver. “La izquierda, los que gobiernan en este momento, piensan que la solución es más mercado y menos Estado. El sistema se está colapsando por un Estado que también se encuentra en proceso de colapso”, ha sentenciado.
Una visión que ha compartido Olivier Besancenot, candidato del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en las elecciones de 2002 y 2007 y uno de los hombres más influyentes de la izquierda francesa. El activista ha considerado que la “frustración que se ha acumulado en los últimos años” ha sido el caldo de cultivo que ha dinamitado la indignación ahora traslada a las plazas. “La apatía ahora desaparece y nace una nueva generación política”, ha aventurado. Incluso Besancenot va más allá y ve el nacimiento de un “movimiento más global”, tal y como declaró a France Info este fin de semana.
Por último, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, ha preferido poner tierra de por medio en los intereses del ’15-M francés’ y ha manifestado que “los lugares públicos no pueden utilizarse libremente, independientemente de las intenciones, bellas o menos hermosas”. El “orden”, algo primordial para la política. Aun así, Hidalgo ha querido mostrar su “gran respeto por todos los movimientos” y, sobre todo, en una “ciudad muy abierta y acogedora”.
Voces como la del primer ministro, Manuel Valls, la líder del Frente Nacional, Marine Le-Pen o importantes personajes públicos como Nicolas Sarkozy aún no han valorado a la ‘Nuit Debout’. Algo que seguramente harán si, como esperan los ‘indignados franceses’, el movimiento cuaja con fuerza en una Francia agitada por el estado de emergencia y las reformas impulsadas por François Hollande.
