El rector de esta institución del grupo SEK ha defendido que las universidades deben “tener la capacidad de adaptarse perfecta y rápidamente a los cambios” introducidos por el ministro Wert. La oposición que los rectores escenificaron ante el conocido como ‘Decreto 3+2’ a principios de mes comienza a resquebrajarse. La Universidad Camilo José Cela (UCJC) ha anunciado este viernes que a partir del próximo curso en sus aulas comenzará a aplicarse el modelo de tres cursos de grado universitario seguido por dos de máster.
En concreto, la Camilo José Cela, privada y con sede en la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada, ha explicado que su intención es que el polémico decreto comience a aplicarse en un total de seis titulaciones de grado de las que actualmente imparte. La institución, parte de Institución Educativa SEK, se convierte así en el primer centro de estudios universitarios español en adaptarse a la más reciente iniciativa del ministro José Ignacio Wert.
El anuncio se ha producido solo un día después de las span class=’formatotexte_enlace’>multitudinarias manifestaciones de estudiantes que con epicentro en Madrid llenaron este jueves el centro de varias capitales de provincia. Menos de un mes, 25 días para ser exactos, han pasado desde que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), de la que forma parte la Camilo José Cela, span class=’formatotexte_enlace’>mostrase en una reunión con Wert su frontal rechazo a la normativa.
Las titulaciones en las que se prevé implantar el ‘Decreto 3+2’ si los programas obtienen necesaria acreditación para ser consideradas como oficiales serán un Grado en Comunicación, en Global Studies, en Protocolo y Organización de Eventos, en Diseño del Paisaje, en Economía y Negocios Internacionales, así como en Criminología y Seguridad. Todas ellas tendrán una carga lectiva de 180 créditos, el mínimo para las titulaciones de grado.
El rector de la institución, Eduardo Nolla, ha insistido en que la preparación que deben ofrecer las universidades debe “tener la capacidad de ser flexible y tener la facilidad para adaptarse perfecta y rápidamente a los cambios”. Un discurso muy lejano del que muchos de sus compañeros magníficos -distinción con que son nombrados los rectores universitarios- han mantenido hasta la fecha y que ha subrayado al comentar que “más años de duración no se traducen necesariamente en una mayor calidad de la formación”. “En un mundo laboral cambiante como el actual y hacia el futuro incierto al que nos dirigimos, tener una especialización no es sinónimo de estar preparado”, ha apostillado.
