En el año 2008, trabajaban en el conjunto del sector financiero español, incluidas cajas, bancos y cooperativas, 270.582 personas, según los datos de las patronales. Algo más de cuatro años después, y tras abrir oficialmente La Caixa una negociación con los sindicatos para recortar su plantilla en unos 3.000 empleos, la cifra podría reducirse en un 20%. En otras palabras, hasta 55.000 trabajadores perderán su puesto.
No obstante, hasta el momento todas las salidas han sido pactadas con los sindicatos, en parte porque en ningún caso se ha aplicado la reforma laboral aprobada el año pasado por el Gobierno, que establece un despido más barato con indemnizaciones de 20 días por año. De hecho, incluso en los grupos nacionalizados como Bankia o Novagalicia, la dirección se ha mostrado más generosa de lo que establece la ley, con indemnizaciones de hasta 30 días por año.
Sólo en la primera fase de la reestructuración del sector, que afectó especialmente a las cajas de ahorros, ya se destruyeron unos 35.000 empleos, según los cálculos de los sindicatos, aunque el proceso de destrucción de empleo ha ido acelerándose en el último año. Así, con los procesos cerrados recientemente o incluso en negociaciones se sumarán al menos otros 20.000 empleos.
El último ejemplo es el de La Caixa, que ayer mismo estableció la mesa de negociación con los sindicatos con la intención de recortar 3.002 empleos tras las absorciones de Banca Cívica, Banco de Valencia, Caixa Girona y Bankpime. El año pasado, Banca Cívica ya aprobó un expediente de regulación de empleo (ERE) de 1.500 personas, mientras que Banco de valencia acaba de acordar con los representantes de los trabajadores un recorte de 795 empleados, que se suma a las 360 salidas pactadas inicialmente.
También muy recientes son los acuerdos alcanzados por Bankia y Novagalicia para dar salida a 4.500 y 1.850 empleados respectivamente. Dentro de los grupos de cajas rescatadas, aún es una incógnita los despidos que acometerá CatalunyaCaixa una vez que sea subastada, aunque en los mercados se especula con una cifra de 1.400 trabajadores.
En una situación similar se encuentra Caja España-Duero, que en principio presenta un excedente de 1.500 empleados, aunque la posible fusión con Unicaja podría reducir la cifra. Por su parte, Caja 3 y BMN están en negociaciones iniciales para acometer 592 y 863 despidos, respectivamente.
Entre los dos grandes nombres del sector, la absorción de Banesto por parte del Santander también conllevará un recorte de personal, que algunas fuentes cifran en hasta 3.000 personas, mientras que BBVA acordó un ERE en Unnim para 1.200 empleados tras hacerse con la entidad catalana en subasta.
