Conectar al hombre con la naturaleza. Ese es el objetivo de la celebración de este año del Día Mundial de Medio Ambiente, que tiene lugar cada 5 de junio desde 1973. Para la Asamblea General de Naciones Unidas, esta fecha alerta sobre la necesidad de preservar el frágil entorno en el que vivimos.
En un momento crucial en el cuidado del planeta, la efeméride recuerda la conveniencia de conectar con nuestro entorno natural para entender la necesidad de protegerlo de inmediato y reducir así las cifras del impacto humano sobre el medio ambiente.
Desde 1990 se han perdido 129 millones de hectáreas de bosques. Y aunque es difícil asignar un valor monetario a los dones de la naturaleza, los economistas están desarrollando maneras de medir el valor multimillonario de los denominados “servicios de los ecosistemas”, que abarcan desde la actividad de los insectos cuando polinizan los árboles frutales, hasta los beneficios espirituales, para la salud o recreativos que aporta practicar senderismo.
