La sanidad privada presume de generar “ahorro” pero su plantilla en Madrid denuncia sueldos de 800 euros

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La sanidad privada presume de generar “ahorro” pero su plantilla en Madrid denuncia sueldos de 800 euros

Hasta doce asociaciones firman un pacto para defender la colaboración público privada como única vía para la “sostenibilidad del sistema” sanitario.

Presentación del "Pacto en defensa de la Sanidad Privada"

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha presentado hoy el «Pacto en defensa de la sanidad privada«, firmado por doce asociaciones del sector para reivindicar la colaboración público-privada (CPP) en el Sistema Nacional de Salud. Los ‘lobbies’ del sector sanitario privado quieren emprender una campaña para “recuperar la imagen y posicionamiento” de la sanidad privada, “evitar la discriminación a las entidades sanitarias privadas con ánimo de lucro” y defender que, sin ellas, la sostenibilidad del sistema sanitario español es inviable.

Para ello, la CEOE pide a las Administraciones que se reconozca “de facto” a las empresas sanitarias privadas como parte del Sistema Nacional de Salud, “reconociendo la flexibilidad, descompresión y alto ahorro que aportan”. Por ello, proponen al sector público un mayor “fomento de las distintas formas de colaboración público-privada” y que todas estas decisiones se hagan en base a “criterios objetivos, medibles y trasparentes, alejándonos de formulaciones ideológicas”.

La secretaria general de CEOE, Ana Plaza, resaltó la importancia del sector privado, “necesario para garantizar la viabilidad del Sistema Nacional de Salud”. Argumentó que “la sanidad privada emplea a más de 273.000 personas, posee el 57% de los hospitales, representa el 3,5% del PIB y se queda con más del 30% del gasto sanitario total», lo que convierte “a la salud en un elemento esencial para el desarrollo económico del país” a juicio de la patronal.

Además, Ana Plaza se refirió al Libro Blanco de la Sanidad, publicado por CEOE, para señalar algunos déficits del sector como el descenso de la inversión y el empobrecimiento de la atención. Por ello, animó a fomentar la colaboración y a poner en valor la sanidad privada que “es crucial para que el sistema sea eficaz”.

Pero en el acto en el que doce plataformas del sector firmaron este pacto para defender su hueco en los contratos con las Administraciones, hubo más consideraciones económicas: la presidenta de la Alianza por la Sanidad Privada Española (Aspe), Cristina Contel, tomó como ejemplo a Alemania, “país donde se prioriza la sanidad privada” promoviendo que el Estado ahorre “1.091 euros por persona al año”, según sus datos.

Por su parte, el responsable de Sanidad de la CEOE, Carlos González Bosch, criticó a quienes “denigran la sanidad privada, ya que es un flaco favor para la salud. Se está traspasando la barrera humanitaria”, afirmó. Tanto él como la presidenta de Aspe señalaron que la “sanidad no tiene que ver con ideologías”: “Queremos apostar por un pacto que se aleje de ideologías para que se mantenga en el tiempo”, subrayó Contel.

Pero esta visión del ahorro y de la ‘desideologización’ contrasta con otro hecho de gran relevancia conocido hoy mismo: que los trabajadores de la sanidad privada en Madrid, uno de los grandes feudos del sector en toda España, irán a la huelga indefinida en noviembre tras “seis años en una situación precaria” y dos de “negociaciones infructuosas” tras los que la patronal solo ofrece aumentos de sueldos equivalentes a 15 euros al mes, según tres sindicatos.

La plantilla de estas empresas en la región que gobierna Cristina Cifuentes, que dedica más del 12% de su presupuesto sanitario a conciertos con entidades privadas, denuncian “despidos, la no renovación de muchos trabajadores temporales, modificaciones sustanciales de las condiciones de los trabajadores” y otras condiciones que promueven la precariedad laboral en el sector.

Los sindicatos denuncian que la oferta de la patronal equivale a aumentos de sueldos de 15 euros al mes.

Aunados bajo el paraguas de CCOO, UGT y Satse, los empleados de las clínicas privadas y concertadas en Madrid denuncian llevar más de un lustro “con el salario congelado con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo estimado en un 5%, además de sufrir una presión asistencial muy elevada debido a la ausencia de ratios mínimos y unos horarios y rotaciones en los mismos que hacen imposible la conciliación familiar y laboral”.

A cambio, salarios pobres: el sueldo de una enfermera apenas supera los 1.100 euros con tales condiciones de trabajo, y las auxiliares de Enfermería se quedan alrededor de los 800 euros mensuales, según explicaron fuentes sindicales a EL BOLETIN.

Los empleados se han lanzado a la confirmación oficial de la huelga indefinida tras obtener como únicas ofertas de la patronal madrileña “una subida salarial global del 6,5% entre 2017 y 2020 repartida en todo el periodo y un complemento de festivo, sin determinar cuantía, para los días 1 de enero y 25 de diciembre”, lo que se traduce, según los sindicatos, en un aumento que ronda esos 15 euros al mes.

Prestar sanidad sin ideología

Desde Aspe, la asociación de lobbies de la sanidad privada destacó que “España se encuentra entre los países con mayor esperanza de vida de Europa, algo que conlleva más gastos sanitarios”. En este sentido, Contel afirmó que “a medio o largo plazo no se va a tener presupuesto para las necesidades del sector, por lo que la Sanidad Privada es una aliada estratégica”.

«Se estigmatiza el papel de la sanidad privada, presentándola como enemiga de la sanidad pública»

Pero más allá de presentarse como la única vía de escape para que el sistema de salud público se mantenga a flote en España, la CEOE quiere desideologizar esta colaboración: “La gestión ideológica de estos recursos es algo que no pueden responsablemente avalar los gestores, porque su compromiso político atañe a los intereses de todos los ciudadanos, les voten o no”, se lee en el documento presentado hoy.

Para la patronal la “ideología” es un problema: “Se estigmatiza el papel de la sanidad privada, presentándola como enemiga de la sanidad pública y estableciendo barreras en cada vez más Comunidades Autónomas, tanto ideológicas como legales. De hecho”, continuó Bosch, “hay regiones donde el éxito se mide por la desconcertación y discriminación al sector privado”.

Este ofrecimiento genérico no es la única oferta reciente delos grupos de presión del sector: hace un mes, la Fundación IDIS pidió a las Administraciones un total de 1.500 millones de euros públicos para liquidar antes de 2018 las listas de espera a nivel nacional. El presupuesto por el que Cifuentes acabaría con la actual demora para operarse en Madrid con la intervención de las empresas privadas ascendía a 146 millones, según IDIS.

Que los 1.500 millones de euros nos lo den a la pública, verán cómo sacamos la lista de espera”, valoró en respuesta Yolanda Cabrero, delegada sindical de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), a EL BOLETIN. La principal reacción de las organizaciones profesionales ante la ‘oferta’ del lobby sanitario fue la indignación, y calificaron a IDIS y su propuesta de “indecente”, “insaciables”, “sorprendente”, “desfachatez” o “aberración”.

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