Mal de muchos…

Detrás de la cortina

Mal de muchos…

Rafael Alba, periodista

Para la prensa conservadora, los recientes escándalos descubiertos en el entorno de la UGT andaluza suponen un ‘caramelo’ de lo más apetitosos. Para la prensa conservadora, los recientes escándalos descubiertos en el entorno de la UGT andaluza suponen un ‘caramelo’ de lo más apetitosos.

En estos tiempos quizá haya dejado de valer como argumento político aquel recurrente ‘y tú más…’ que PP, PSOE y sus medios de comunicación afines han usado hasta la saciedad para justificar los desmanes propios gracias a la ilegalidades ajenas, pero algunas de sus versiones, corregidas y aumentadas, siguen en vigor.

Son ‘mantras’ recurrentes que forman parte de esa peligrosa familia que encabeza la máxima que dice «todos los políticos son iguales» y que durante años ha sido un ‘caballo de troya’ perfecto para la llegada al poder de rancios ‘populismos’ autoritarios como los que representaron Silvio Berlusconi o Hugo Chávez , cada uno a su manera y que también han resultado propicios para el crecimiento ‘sostenible’ de las modernas opciones ‘parafascistas’ del estilo de las que lidera Marine Le Pen.

Sin embargo, un sector de la prensa conservadora española, ante el aumento imparable de los casos de corrupción relacionados con el PP parece haberse conformado ahora con agarrarse al simple consuelo del ‘mal de muchos…’, a pesar de que ya se sabe como termina la frase.

Y nada mejor que los recientes escándalos que se han descubierto en el entorno de la UGT andaluza, con sus ‘contabilidades b’, sus facturas falsas y sus corrupciones variadas para establecer un paralelismo ‘evidente’ entre los manejos de los populares y sus ‘barcenas’ y estos pérfidos sindicalistas que siempre han vivido de la ‘sopa boba’ del dinero público.

Ya ha habido periódicos y portales de Internet que han llevado directamente a los titulares esa relación entre los unos y los otros que, además, van alimentando, con cada nueva información procedente del campo ‘ugetista’ y que incluso intentan ‘tunear’ buscando formas de extender la metástasis corruptas a otras federaciones del sindicato en el territorio nacional.

Lo malo es que no basta con descubrir casos aislados. Para convertir en ‘caso UGT’ en un clon del ‘caso Gürtel’ hay que demostrar un ‘modus operandi’ común que se haya puesto en marcha a lo largo y ancho de todo el estado autonómico y que tenga, además, un cabecilla dirigente, un ‘padrino’ que se encuentre al frente de la organización.

Aquí, los articulistas de guardia lo tienen claro: el hombre al que desean endosarle el marrón no es otro que el secretario general Cándido Méndez. Otra cosa es que puedan conseguirlo o no.

Y para que los parecidos entre la trama de Correa y los suyos y la de los sindicalistas corruptos sean más evidentes, ya hay quien habla de ‘empresas pantalla’ constituidas por el sindicato para ‘enganchar’ las subvenciones. De ahí a la fuga de capitales hacia paraísos fiscales ya sólo hay un paso.

Así que, prepárense, porque dentro de muy poco empezarán a aparecer informaciones en las que se dará cuenta de las sospechas, más que fundamentadas, de que la UGT tenga unas cuantas cuentas cifradas en Suiza y algunas fundaciones opacas en las Islas Cayman. ¿Se apuestan algo?

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