Donde las dan las toman

Donde las dan las toman

Hoy el Partido Popular está viéndose más sólo que la una. No tiene amigos y nadie quiere aliarse con él a pesar de sus ofertas públicas de coalición. Durante cuatro años el Partido Popular gobernó desde la mayoría absoluta tanto en las cámaras como en autonomías y ayuntamientos. No le importaba estar sólo, su rodillo aplastaba cuanto se le ponía delante. La oposición existía pero era como si no existiese. Se le negaban sus opiniones, sus propuestas y su disposición al diálogo. Durante esta Legislatura que termina el Gobierno muchas veces se olvidó de que España ya es una democracia consolidada e hizo de su capa un sayo.

Pero las alegrías políticas no son eternas y en las elecciones autonómicas y locales el PP ha recibido un lógico castigo ante sus pretensiones de mantenerse en el poder sin percatarse de que ya el voto ciudadano más que dejar de acompañarle ha empezado a pasarle factura y a ponerles en bandeja a los demás partidos – alguno surgido como reacción a sus excesos – la posibilidad de alejarle del ordeno y mando una temporada.

Ahora, en la recta final de la negociación, algunos líderes de izquierda e incluso de centro no se recatan de decir que su objetivo no es tanto alcanzar metas propias como alejar al PP de la concentración de cargos que con tan poca generosidad democrática ejerció. Hoy el Partido Popular está viéndose más sólo que la una. No tiene amigos y nadie quiere aliarse con él a pesar de sus ofertas públicas de coalición. Está recibiendo su propia medicina y purgando su pésimo ejemplo.

Mariano Rajoy se defiende acusando la formación de un frente de izquierdas y no duda en alarmar a los ciudadanos con la amenaza de que Europa va a reaccionar en contra, como si en Europa no estuviesen habituados a gobiernos de izquierdas. La respuesta es bien sencilla, si es malo que la oposición haga piña común frente al PP y los mercados se molestan, pues que paguen también sus culpas por el apoyo a unas medidas que enviaron a media España al paro y a la pobreza. Por lo menos quedará claro para el futuro que también en política donde las dan las toman.

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