¿Andalucía la vieja?

Mi jefe dice...

¿Andalucía la vieja?

Susan Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía

El PSOE parece abocado a pactar o con el PP o con Podemos para gobernar en Andalucía. Más que un pacto ideológico este será un pacto con la inercia: ¿viejos conocidos o nuevos amigos? El CIS ha publicado este jueves un barómetro según el cual el PSOE volvería a ganar las elecciones en su gran feudo: Andalucía. Sin embargo, la mayoría absoluta quedaría bastante lejos, por lo cual tendría que pactar o con el PP o con… Podemos. Porque IU, hasta ahora el mal menor para los socialistas en la región, se caería con todo el equipo hasta los cinco escaños.

En realidad la decisión del PSOE no pasa por escoger siglas sino inercias. Pactar con el PP supondría, dice mi jefe, pactar con lo viejo mientras que pactar con Podemos supondría pactar con lo nuevo.

Porque hoy en día la diferencia entre la izquierda y la derecha ha cedido parte de su protagonismo. Sigue siendo un referente, pero cada vez más difuso. En cambio, buena parte de la ciudadanía se divide entre personas en las que el hartazgo supera con creces el miedo a la incertidumbre y otras en las que el miedo a la incertidumbre eclipsa el posible hartazgo. Las primeras empiezan a ser legión, y tanto Podemos como Ciudadanos –su auge en las encuestas, mejor dicho- así lo demuestran.

En opinión de mi jefe la gran similitud entre ambas formaciones reside en que las dirige gente que no ha administrado nada todavía, y por lo tanto están (más o menos) libres de pecado en ese sentido. También tienen un enemigo común: el bipartidismo. Por lo demás, no se parecen en nada; Podemos, cuyo origen es la izquierda radical, ha abrazado con el fervor del converso la maltratada socialdemocracia mientras que Ciudadanos, que nació para combatir el separatismo catalán, tratará ahora y por segunda vez de expandirse fuera de Cataluña.

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