Nada de indultos

Justicia

Nada de indultos

Diego Carcedo, periodista y escritor

El Gobierno ha dado otro circunloquio en sus devaneos y se ha cargado de un plumazo todas las solicitudes de indulto. El Gobierno ha dado otro circunloquio en sus devaneos y se ha cargado de un plumazo todas las solicitudes de indulto con columnas reservadas en el papel couché y celdas en diferentes cárceles. No habrá indulto para Matas, ex ministro y ex presidente balear, que a juzgar por sentencias y procesos es un filón para los investigadores de la corrupción política ni, para equilibrar la cosa, para Baltasar Garzón inhabilitado por haberse pasado un pelín en la puesta en claro de las responsabilidades de la Gurtel, con la falta que hacía que todo saliese a la luz y fuese juzgado.

Pero aquí, lo estamos viendo estos días con Silva y Blesa, se juzga antes al juez que el acusado, y a Garzón, el magistrado que más contribuyó a limpiar la vida pública española, se le ha “premiado” con el rechazo a un indulto que le permitiría volver al su trabajo precisamente cuando más falta nos hace, ya digo. En fin, también ha sido denegado el indulto a Ortega Cano, que un mal día se pasó de copas y fue culpable de un accidente con un muerto. Triste, sí.

Tampoco a Carromero, protagonista de otro accidente polémico en Cuba, con víctima ilustre de la oposición, y cumplidor de una condena impuesta por los jueces de La Habana. El Gobierno de Rajoy no se dejó presionar por los suyos, hay que reconocérselo, y respeta la condena cubana como se había comprometido a hacer para que su activo seguidor pudiese regresar a España y moverse con libertad entre nosotros. La verdad es que no se esperaba que Matas y Carromero viesen rechazado el indulto, pero no siempre se acierta en los pronósticos.

La medida hay que aplaudirla porque la concesión de indultos podía acabar convirtiendo al Gobierno en una instancia superior de la Justicia con capacidad para enmendar de alguna manera las sentencias de los tribunales. Algunos de estos indultos, particularmente el de Matas, hubiesen sido escandalosos y se habrían convertido en un nuevo ejemplo para que los corruptos puedan seguir haciendo de las suyas con la conciencia nada remordida. Está bien que hayan sido rechazados.

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