Botella se sale con la suya: Cifuentes se reunirá con ella esta semana

Marchas de la Dignidad

Botella se sale con la suya: Cifuentes se reunirá con ella esta semana

Cristina Cifuentes y Ana Botella separadas por Ignacio González

La alcaldesa de Madrid quiere que la delegada del Gobierno limite las manifestaciones en la capital, algo que Cifuentes ya le ha avisado que no puede hacer. Cristina Cifuentes quiere limar asperezas con Ana Botella tras las críticas que se han proferido mutuamente esta semana a cuenta de los disturbios ocurridos el pasado sábado en la protesta de las ‘Marchas de la Dignidad’. La delegada del Gobierno en Madrid ha cedido a las peticiones de la alcaldesa de la capital y ha anunciado que se reunirá con ella esta misma semana para tratar de acercar posturas y acordar líneas de acción, “siempre con la ley en la mano”, que ayuden a garantizar los derechos de los manifestantes y del resto de madrileños.

La propia Botella pidió una reunión con la delegada esta semana, tras pedir públicamente a Cifuentes que limitase las manifestaciones en la capital porque su deber es defender los intereses de los madrileños. Algo que no sentó nada bien a la representante del Gobierno central, que acusó a la regidora de hacer estas propuestas sólo a través de los medios, cuando además sabe que el derecho de manifestación está regulado en la Constitución y que no se puede limitar, y de no cogerle ni el teléfono.

Una disputa con la que Cifuentes parece dispuesta a acabar, ya que según ha anunciado en una entrevista en Onda Cero se reunirá con la alcaldesa “probablemente esta semana, a ver si entre todos somos capaces de encontrar un punto de equilibrio” entre los derechos de los manifestantes y de los ciudadanos del distrito centro de Madrid que están “hartos” de tener que soportar “tantísimas manifestaciones” a las puertas de sus domicilios y sus comercios.

No obstante, Cifuentes ha lanzado un mensaje a Botella al decir que sólo se podrá “intentar modular” los derechos de todos para que sean compatibles “con la ley en la mano”, y ha recordado que las Delegaciones del Gobierno no autorizan ninguna protesta, sino que “sólo tomamos conocimiento” de las mismas y “a partir de ahí es responsabilidad de todas las administraciones respetar el derecho de manifestación y compatibilizarlo con otros derechos”.

Asimismo, ha insistido en lo que dijo esta semana al afirmar que no está interesada en ser la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales de 2015. “Que me saquen de esas quinielas, yo no quiero estar en nada. Estoy muy contenta donde estoy, siendo delegada y con tanta responsabilidad en un momento tan complicado. Yo no quiero estar en ninguna quiniela, bastante trabajo tengo como para meterme en otra cosa”, ha insistido.

Disturbios del 22-M

Por otro lado, Cifuentes ha hablado en la entrevista radiofónica, que ha durado más de veinte minutos, de los disturbios ocurridos el pasado 22 de marzo en las ‘Marchas de la Dignidad’. A este respecto, la delegada ha dicho que ha “echado en falta que las organizaciones que convocaron las marchas condenaran la violencia”.

“Sería bueno que lo hicieran, porque el derecho de manifestación hay que defenderlo pero también hay que condenar la violencia siempre”. La delegada ha dicho alegrarse al conocer que alguno de los promotores de la protesta sí que ha condenado los sucesos, pero ha criticado que otras personas que participaron en esta movilización, como el actor Willy Toledo, no lo hayan hecho. Incluso, Cifuentes ha afirmado que sus declaraciones tras los actos violentos, acusando a la Policía de ejercer una “violencia brutal y desproporcionada”, podrían “ser perseguibles”.

Tras ello, la responsable de la Delegación del Gobierno en Madrid se ha mostrado satisfecha de que la Jefatura Superior de Policía haya abierto una investigación interna para esclarecer si hubo un fallo organizativo en el dispositivo policial. “Me tranquiliza”, ha dicho Cifuentes, que cree que este proceso servirá para “evitar que en el futuro haya fallos de tipo operativo”.

Además, se ha mostrado muy crítica con la presencia de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Tal y como ha dicho, su presencia “no influyó para nada” en el comportamiento de los antidisturbios, pero ha dicho sentir “recelo” porque no entiende “por qué tienen que venir personas de una organización” a ver cómo trabaja la Policía en un “país democrático”.

Más información