La plantilla de este servicio, gestionado por Clece, inició este lunes un paro indefinido contra la pretensión de la empresa de despedir a 63 trabajadores. La huelga indefinida iniciada este lunes por los trabajadores del servicio de limpieza del Ramón y Cajal, gestionado desde el pasado verano por Clece, ha dado sus frutos. La filial de la constructora de Florentino Pérez (ACS) ha dado marcha atrás y ha decidido abandonar su idea de despedir a 63 empleados y modificar las condiciones laborales. Trabajadores y empresa alcanzaron ayer un preacuerdo que ya ha sido ratificado por el turno de tarde y de noche, por lo que la huelga podría desconvocarse en las próximas horas.
Según ha indicado a ElBoletin.com José Antonio Fernández Guerras, Secretario de Acción Sindical de Federación de Servicios de UGT Madrid, el Comité de Huelga alcanzó ayer un principio de preacuerdo con Clece que asegura el mantenimiento de la plantilla en los 299 trabajadores actuales, por lo que no habrá despidos, y que las condiciones laborales reflejadas en el convenio colectivo seguirán vigentes.
Fernández ha explicado que la empresa de Florentino Pérez pretendía no sólo dejar en la calle a más de 60 compañeros, sino que también contemplaba una modificación a la hora de cubrir el absentismo para hacerlo a partir de la baja de 20 trabajadores, así como eliminar la acumulación de horas extra en días de vacaciones, como se hace ahora.
No obstante, parece que finalmente Clece ha acabado por ‘claudicar’ ante los trabajadores, que también han logrado arrancar un compromiso a la filial de ACS para convertir los “contratos a tiempo parcial existentes en jornada completa, lo que equivale en términos de contratación a 14 contratos”, según ha explicado el responsable de UGT.
Parte de los trabajadores ya han ratificado este preacuerdo, por lo que según ha indicado Fernández a este diario es probable “que hoy se firme el acuerdo definitivo y se desconvoque la huelga”, recuperando así el servicio de limpieza del hospital la “total normalidad”.
En un comunicado remitido por el sindicato, los limpiadores del Ramón y Cajal han lamentado “los trastornos que dicha huelga haya podido provocar”, pero afirman que se han visto “abocados a ejercer este derecho constitucional ante los recortes que pretendía realizar la empresa Clece, tanto de plantilla como de los derechos consolidados en el convenio colectivo vigente”.
Asimismo, han vuelto a criticar a la Consejería de Sanidad que dirige Javier Fernández-Lasquetty por su “perverso método de otorgamiento de los pliegos de condiciones” para la gestión de la limpieza de los hospitales, que han sido adjudicados “a la oferta económica más barata”. En opinión este colectivo, dicho sistema “reducirá peligrosamente la calidad de la limpieza en los centros hospitalarios”.
