La Comunidad de Madrid ha externalizado el servicio y los empleados se quejan de que la concesionaria quiere rebajar hasta un 45% los salarios. Los hospitales madrileños se van a convertir en el epicentro de las protestas de los trabajadores de la Lavandería Central, que están en pie de guerra desde hace varios días contra la privatización del servicio que ha impulsado Javier Fernández-Lasquetty. Este mediodía habrá una concentración a las puertas de estos centros sanitarios en apoyo de la plantilla, a la que la concesionaria quiere rebajar hasta un 45% el salario.
Los mensajes que llaman a sumarse a la protesta se han multiplicado en las últimas horas bajo el hashtag #TodosConLavanderia. La Marea Blanca se ha volcado con la lucha de los trabajadores de la Lavandería Central, y así ha quedado de manifiesto con el sinfín de mensajes que el colectivo ha lanzado en las redes sociales contra la situación en la que se encuentra la plantilla del centro ubicado en Mejorada del Campo, que se encarga de lavar la ropa de 19 hospitales públicos madrileños.
Bajo el lema ‘En apoyo a los trabajadores de la Lavandería Central de Mejorada. Fuera las empresas de la Sanidad pública’, sanitarios y pacientes se concentrarán hoy a las 12 horas a las puertas de los hospitales para mostrar su rechazo a los recortes de Lasquetty, que asegura que se ahorrará 36 millones de euros al dejar la gestión de este servicio en manos de la UTE formada por Fundosa Lavanderías Industriales (Flisa) y Lavandería Industrial Laundry Center, ambas del grupo empresarial de la Fundación ONCE.
El conflicto surgió hace unos días cuando la concesionaria, a la que la Comunidad de Madrid ha adjudicado el servicio por 45,9 millones de euros para los próximos cuatro años, empezó a reunirse con los trabajadores y a comunicarles los cambios salariales que se producirían al aplicar el convenio colectivo.
Concretamente, en la Lavandería Central trabajan unas 360 personas, de las cuales 128 tienen plaza fija y por tanto serán trasladados a otros centros a partir del 1 de diciembre, cuando empezará a trabajar la concesionaria. El resto tienen contratos eventuales o interinos, y son los que se verán afectados por los cambios laborales que plantea la empresa.
Destrucción de empleo
Los sindicatos sanitarios también han llamado a la movilización porque, tal y como señalan, la privatización de la Lavandería Central Hospitalaria acrecentará la destrucción de empleo público y generará precariedad laboral debido a la bajada de salarios.
UGT ha lamentado que Lasquetty haya puesto fin a “la gestión pública de este servicio que ha demostrado unos resultados excelentes, tanto en eficiencia en el uso de recursos públicos como en eficacia en la calidad de su trabajo”. Es más, ha criticado que la Comunidad de Madrid insista en seguir adelante con su “línea de política neoliberal”, que lo único que hace es destruir el empleo.
El Gobierno regional, “como siempre y sin dar explicaciones, privatiza este servicio regalando sus instalaciones a una empresa privada que priorizará el beneficio empresarial por delante de la calidad de la producción, encareciendo el proceso de lavado a costa de los fondos públicos y poniendo en grave riesgo el nivel de satisfacción alcanzado hasta ahora en los hospitales de Madrid”, sentencia el sindicato.
Por su parte, CCOO ha criticado la externalización del servicio, ya que considera “intolerable” que la Consejería de Sanidad permita la “precarización laboral” de los trabajadores de la Lavandería Central.
Esta organización ha indicado que “al igual que en todos los procesos de traslados forzosos de trabajadores a consecuencia de las privatizaciones que está ejecutando la Consejería de Sanidad, se están destruyendo servicios y empleo público de calidad”. Por ello, se ha mostrado a favor de “todas las medidas de presión que la plantilla está llevando a cabo” y ha anunciado que usará “todos los recursos a su alcance, tanto jurídicos como de movilización, para defender el modelo de Sanidad pública”.
