La ‘número dos’ de Wert menosprecia la opinión del premio Príncipe de Asturias de las Letras contra la LOMCE

Educación

La ‘número dos’ de Wert menosprecia la opinión del premio Príncipe de Asturias de las Letras contra la LOMCE

Montserrat Gomendio, secretaria de Estado de Educación

La secretaria de Estado de Educación califica la huelga de “órdago” cuando no se han presentando alternativas a la nueva ley La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, afirmó hoy en ‘Los desayunos de TVE’ que “no hay nada en la LOMCE que indique que habrá menos profesores».

Coincidiendo con la huelga convocada contra la reforma educativa, la número dos de José Ignacio Wert, afirmó que nada en la LOMCE “supone una disminución en el número de profesores”. “Su coste supone un aumento en el número de profesores, recalcó.

La secretaria de Estado de Educación insistió en que el rechazo a la reforma educativa sólo consiste en “insistir en que hay que mantener el modelo educativo». «No hay argumento contra la LOMCE más allá de decir que ataca a la escuela pública», señaló Gomendio, quien añadió que “los sindicatos han justificado la huelga por reclamaciones laborales de docentes».

La ‘número dos’ del ministro Wert insiste en que los resultados educativos en nuestro país son malos por lo que “el modelo actual hay que modificarlo, pero seguimos abiertos al diálogo en aquellos aspectos criticables de la reforma educativa”, por lo que piden a quienes rechazan la LOMCE qué expliquen las razones, en qué discrepan, puesto que, según la secretaria de Estado, “hasta ahora la única propuesta ‘es el órdago’: decir que no hay que cambiar la ley actual”.

Gomendio también restó importancias a las críticas que a la política educativa hizo ayer el escritor Antonio Muñoz Molina, que recibirá el viernes el premio Príncipe de Asturias de las Letras, y recordó que “este y otros que se erigen en portavoces de la comunidad educativa, no ostentan la representación de este colectivo”.

El escritor Antonio Muñoz Molina tachó ayer de «vergüenza» y lo comparó con una «obra teatral repetida» la gestión política de la educación en España. Por lo que pidió una ley de Educación «duradera, sólida» y basada en la opinión de los docentes que trabajan en las aulas, y no de «expertos, psicopedagogos y comisarios políticos desde sus despachos».

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