Se confirmó lo esperado. El histórico Consejo de Ministros de hoy, precedido de una reunión protocolaria en la que el Rey Juan Carlos ocupó la presidencia, ha aprobado los mayores recortes sociales que se han puesto en marcha nunca en España. Con un colectivo especialmente damnificado: los funcionarios. Que pierden la paga extra de navidad y tres de sus seis días libres de asuntos propios conocidos como ‘moscosos’.
Pero los recortes afectan a casi todo el mundo. A los parados, a las autonomías o los dependientes. Y aun buen número de sectores productivos, como el turismo que supone el 12% del PIB español y tendrá que lidiar con una subida del IVA que le perjudica sobre manera.
Aunque, al menos, los empresarios del ramo han obtenido un respiro. Mínimo. Un simple aplazamiento que retrasa lo inevitable. El Ejecutivo ha decidido que el alza del impuesto no entre en vigor hasta el 1 septiembre. De esta forma, Mariano Rajoy dice querer evitar perjudicar las posibles ganancias del turismo en la época estival.
La vicepresidenta del Gobierno ha sido la encargada de hacer público y oficial todo lo que ya adelantó en el Congreso el presidente del Gobierno. Y alguna cosa más. Aunque también ha eludido dar cuenta de golpes a colectivos cercanos como los profesionales a quienes se ha elevado del 15% al 21% la retención del IRPF. De manera, temporal, eso sí.
Tras el cónclave de los ministros, una compungida Soraya Sáenz de Santamaría se ha presentado ante la prensa para explicar la nueva batería de recortes. La vicepresidenta ha defendido la subida del IVA y las rebajas de sueldos en la función pública alegando que la situación de España es “dramática”. “Este es el camino”, ha aseverado.
Con una actitud muy diferente a la mostrada hace sólo dos días en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría ha comenzado la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros asegurando que el Gobierno sabe que sus medidas no son “ni sencillas, ni fáciles, ni populares”, pero que son necesarias para salir de la crisis.
La vicepresidenta, a la que en algunos momentos se le entrecortaba la voz y que ha mantenido una pose compungida durante su intervención, ha indicado que “España vive uno de sus momentos más dramáticos” porque hay que “atajar el déficit de nuestras cuentas públicas, los problemas de crecimiento que tenemos y la situación por la que atraviesa el empleo” con medidas que afectan a muchos ciudadanos, todos con nombre y apellidos.
Santamaría ha asegurado que ante esta situación, el Gobierno ha actuado con “responsabilidad, rigor y realismo” para hacer un “esfuerzo de consolidación fiscal por la vía del gasto y del ingreso”.
También ha querido mandar un “mensaje de esperanza” a los españoles asegurando que “este es el camino” para “mantener lo que España es y lo que puede llegar a ser”. “Es posible”, ha aseverado.
Después, ha llegado el turno a los dos ministros económicos, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, a quienes tocaba presentar con detalle buena parte de las dolorosas medidas enunciadas por la vicepresidenta.
Tras la intervención de Montoro se han sabido las líneas maestras de esta brutal subida del impuesto que grava el consumo. Los transportes, la hostelería y casi todos los productos de la cesta de la compra mantendrán como hasta ahora el tipo reducido del IVA, aunque por supuesto con la subida incorporada (del 8% al 10%). Sin embargo, muchos otros productos que antes estaban en esta categoría se verán gravados con el tipo general que ha pasado del 18% al 21%.
Entre otros, las discotecas, los espectáculos, los servicios funerarios, las peluquerías y la estética, las gafas y las lentillas, lo cd y los dvd. El IVA superreducido quedará para los alimentos básicos, el papel, la prensa las revistas y los libros.
Montoro, que ha indicado que el “aumento va en línea con lo anticipado en el programa de estabilidad”, ha asegurado que el Gobierno sólo está siguiendo la “política tributaria que marca Europa”, que consiste en “apoyar la tributación en imposición indirecta y bajar los gravámenes en el trabajo”.
En este sentido, Montoro ha explicado que la subida del IVA será correspondida con una reducción en las cotizaciones a la Seguridad Social, reducción que será de un punto en 2013 y un punto adicional en 2014.
“No estamos causando un perjuicio en el ámbito social”, ha comentado el ministro en referencia a que el tipo de IVA superreducido se mantiene en el 4%.
Por último, ha anunciado que a partir del 1 de enero de 2013 suprimirán la deducción por adquisición de vivienda. Además, ha indicado que el IVA del 4% que se aplica a la adquisición de primera vivienda también tiene fecha de caducidad: a partir de enero del próximo año pasará a ser del 10%.
