Cáritas presenta un informe en el que advierte de la probabilidad “tremendamente elevada” de que la exclusión social crezca. Coincidiendo con los datos del paro que han supuesto un motivo de alabanza por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, Cáritas ha presentado su informe anual contrarrestando las buenas palabras del Ejecutivo popular. De hecho, el colectivo va más allá y apuesta que si se sigue por este camino la probabilidad de que aumente la exclusión social en España es “tremendamente elevada”.
Por ello, viendo las previsiones que maneja Cáritas, la organización ha instado a las formaciones políticas a destinar 10.000 millones de euros para establecer una renta garantizada para proteger a tres grupos sociales que han identificado en su informe como vulnerables: los hogares en pobreza severa, los trabajadores pobres y las familias con hijos a cargo.
De ahí que Guillermo Fernández, miembro del comité técnico de Cáritas, ha aventurado que España tendrá que asumir a “muy corto plazo” una previsión presupuestaria cercana a esos 10.000 millones de euros para responder a las exigencias de más recortes que salen desde Bruselas para corregir la desviación del déficit.
Es por eso que la pregunta que Fernández lanza a los políticos es si la cuarta economía de la zona euro no puede asumir un esfuerzo presupuestario para contar con un sistema de garantía de rentas que reduzca la pobreza y rescate los derechos y la dignidad de millones de personas. Unas necesidades que palpan según la comunidad autónoma.
Las principales diferencias que han identificado con el informe tienen que ver entre el norte y el sur de España; unas distancias que se agrandan, sobre todo para recuperarse de la desigualdad. “Mientras Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Canarias y las Islas Baleares se encontrarían en peor situación ante una eventual salida de la crisis, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón se encontrarían en mejor situación”, relata el estudio.
Cáritas también ha criticado que, a pesar de los años de recuperación económica como celebra el Gobierno, la situación de salida para el conjunto de las comunidades autónomas ofrece una “peor situación” respecto a los datos recogidos en el año 2009 en el primer impacto de la crisis. Algo que se aprecia en los ingresos de los hogares, los cuales han caído desde el primer impacto de la crisis cerca de un 10%.
En cuanto a la pobreza, en el conjunto nacional el aumento anual medio es del 9% si se toma como referencia el umbral de pobreza en el año 2009. De hecho, el número de trabajadores pobres alcanza el 15%. Una situación que se multiplica con los parados: la tasa de pobreza entre las personas sin trabajo alcanza el 44,8%.
