La Fiscalía respeta el «derecho» de Rita Maestre de alardear de ser «puta o bollera» pero no ante un altar

Madrid

La Fiscalía respeta el «derecho» de Rita Maestre de alardear de ser «puta o bollera» pero no ante un altar

Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid

La fiscal responde al recurso de Rita Maestre recordándole que “en la playa es normal estar sin sujetado, pero era un templo” lo que “traspasa una falta de protocolo o de saber estar”. “Es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender”. Con estas palabras, la Fiscalía ha respondido al recurso presentar por la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, tras conocer la sentencia por el ‘asalto a la Capilla de la Complutense’.

No se ha quedado ahí el escrito de impugnación presentado por la Fiscalía y ha recordado, según su criterio, que “quitarse el sujetador, sin más no es delito”. El problema, a ojos del organismo, es que “en nuestra cultura la forma de vestir o no vestir, implica una falta de respeto y consideración frente al otro”. Algo que encontró en el acto de Maestre: “En la playa es normal estar sin sujetador para broncearse todo el cuerpo. Pero era un templo, no una playa”. De ahí, que la actuación de la concejala de Ahora Madrid “traspasa lo que podría ser una falta de protocolo o de saber estar”.

Mientras el recurso presentado por el abogado de Maestre incidía en que la acción se trataba de “una protesta pacífica”, la fiscal Manuela Morando interpreta los hechos de otra manera al afirmar que no se puede hablar de hecho pacífico ya que “al menos veinte o treinta personas irrumpieron en masa en un templo católico”. “Cuando el capellán se interpone en la puerta y les indica que no pueden pasar, empujan al mismo para poder entrar”, ha asegurado la Fiscalía en su escrito.

La otra línea argumental en la que se apoya el letrado de la política es en que en todo momento se trató de un ejercicio de libertad de expresión: algo que tampoco comparte la fiscal. “La ridiculización del papel de la mujer en la Iglesia, las frases con rimas pretendidamente ingeniosas, el mostrar el torso desnudo o el sujetador en un espacio que para los católicos es sagrado, el alarde de su forma de vivir que implica expresiones que llevaban pintadas en su torso, tales como ‘violenta, bollera, puta, libre, lesbiana’, supera con mucho la libertad de expresión”, ha sentenciado el texto.

Si el ‘asalto de la capilla’ es calificado por la Fiscalía como algo más grave que una “falta de protocolo”, la fiscal ha querido marcar la línea de lo que sí sería una “falta de protocolo”: “Sería que se quedara en sujetador en un pleno del Ayuntamiento o quedarse en sujetador en una recepción oficial. Pero eso, no lo ha hecho, seguramente porque respeta esos actos y lo que representan”.

Un texto de la Fiscalía que para la portavoz del Ayuntamiento de Madrid se trata de un ejemplo en el que se puede manifestar “más de quien lo escribe que de quien está tratando de hablar”.

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