Dos tercios de los trabajadores del mundo no tienen un «trabajo decente»

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Dos tercios de los trabajadores del mundo no tienen un «trabajo decente»

Trabajadoras chinas en fábrica de piezas de informática

La OIT analiza el estado del trabajo en el mundo: un 80% de los trabajadores no tiene una cobertura de seguridad social adecuada y el 50% no percibe ninguna. Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente la oficina española de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pone números al “gran déficit de trabajo decente en el mundo, ya que la mayoría de los trabajadores no lo conocen”. Según el informe, dos tercios de la población mundial que trabaja –2.000 millones de personas– lo hacen “sin contrato y sin derechos, o sufren discriminación, o reciben una remuneración muy por debajo de sus capacidades, o están sobreexpuestos a accidentes o enfermedades laborales, o carecen de protección social, o padecen todas esas deficiencias a la vez”.

El triste veredicto de la OIT explica que el 80% de la población mundial no tiene una cobertura adecuada de seguridad social, y más del 50% de la clase trabajadora carece por completo de algún tipo de cobertura. Esto se traduce en que la mitad de la población que trabaja no goza de “ningún tipo de protección en caso de desempleo, enfermedad, discapacidad, vejez o maternidad”, sostiene el estudio.

Por otro lado, más de 200 millones de personas están en un escalón inferior, puesto que no tienen trabajo. Más de un tercio, 74 millones, son jóvenes. Una cifra similar a las personas que buscan empleo y no encuentran es la de los niños que son explotados laboralmente en minas, campos, casas, calles y talleres: “168 millones de niñas y niños se encuentran atrapados en el trabajo infantil perdiendo su vida, su salud y su futuro”, denuncia la plataforma. Además, 21 millones de personas son explotadas en condiciones de trabajo forzoso.

El informe de la OIT analiza las tendencias que se han producido en las últimas décadas y destacan algunas líneas positivas: globalmente, los ingresos laborales han crecido, sobre todo en los países emergentes, y el número de trabajadores con cobertura legal de pensiones ha aumentado también. “Pero la crisis amenaza con hacerlos retroceder”, advierte el estudio respecto a los derechos de los pensionistas.

Destaca, no obstante, que se ha reducido la brecha salarial entre hombres y mujeres, “si bien a un ritmo muy lento”, y ha aumentado el acceso a prestaciones por maternidad y paternidad. Asimismo, el trabajo infantil se ha reducido en un tercio, especialmente el trabajo peligroso que se ha reducido a la mitad, y el número de niñas trabajando se ha reducido en un 60%.

“La película es menos frustrante que la fotografía, pero este retrato de la situación laboral mundial muestra cuán inmenso es el déficit de trabajo decente”, lamenta la organización.

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