La presidenta de la Comunidad de Madrid también ruega a la Virgen de La Paloma que reduzca las listas del paro. El PP parece creer que un poco de ayuda celestial no viene mal para salir de la crisis y la última dirigente del partido de Mariano Rajoy que la ha solicitado ha sido la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, que el sábado admitió haber pedido a la Virgen de La Paloma “trabajo para todos”.
El comportamiento de Cifuentes no es un caso aislado en el Partido Popular. La anterior alcaldesa de Madrid, Ana Botella, también era muy ‘dada’ a pedir colaboración divina para reducir las listas del desempleo cuando se acercaba a un altar. Lo hizo el año pasado en el mismo escenario y ante la misma imagen, la de la Virgen de la Paloma, a la que se encomendó para solventar el problema del paro.
Y antes -en marzo de 2014- cuando Botella visitó la basílica-santuario de Medinaceli de la capital, también aprovechó la entonces regidora para pedir al Cristo trabajo a los madrileños, durante una misa a la que asistió junto al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien se unió a su plegaria.
Ana Botella y Cristina Cifuentes siguen la estela que marcó en 2012 la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien ya había confiado en la intercesión divina para acabar con la crisis al encomendarse a la Virgen del Rocío.
Pero los políticos ‘populares’ más religiosos no sólo rezan por el fin de la crisis sino que le piden ayuda para enderezar el rumbo político del país.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se encomendó en febrero del año pasado a Santa Teresa de Jesús para que intercediera por los españoles en “estos tiempos también recios para nuestra patria”. No hay que olvidar que el fervor religioso de Fernández Díaz ha provocado una gran polémica ya que llegó a conceder a un Virgen, Nuestra Señora Santísima del Amor, la medalla de oro al mérito policial, algo que fue muy criticado por los sindicatos policiales y denunciado en los tribunales
También fue muy comentado el hecho de que Ana Botella, dos días después de la consulta catalana del 9N aprovechara una misa, concretamente en la Misa de la Almudena, para encomendarse a la patrona de la capital a la que pidió que no se rompa la unidad de España.
