Los trabajadores de la Lavandería Central reavivan sus protestas contra Ignacio González

Sanidad

Los trabajadores de la Lavandería Central reavivan sus protestas contra Ignacio González

Lavandería Hospitalaria Central

El colectivo se manifiesta hoy en el centro de Madrid para denunciar la privatización del servicio y exigir que vuelva a manos públicas. Los trabajadores de la Lavandería Central Hospitalaria han decidido volver a la ‘carga’ contra la Comunidad de Madrid, que privatizó el servicio en 2013 y lo dejó en manos de Flisa, empresa de la Fundación ONCE. La plantilla ha convocado esta tarde una protesta en pleno centro para denunciar la pérdida de calidad y para exigir que la lavandería vuelva a manos públicas.

Las medidas impulsadas por el exconsejero de Sanidad Javier Fernández-Lasquetty vuelven a dar dolores de cabeza a Ignacio González. El presidente madrileño se enfrenta a una nueva protesta de los empleados de la Lavandería Central, que se quejan de los despidos acometidos por la concesionaria desde que asumió la prestación del servicio en diciembre de 2013.

Esta tarde, a las 18:30 horas, la plantilla del centro ubicado en Mejorada del Campo se concentrarán en la calle Prim, donde se encuentra la sede de la ONCE, para quejarse de las malas condiciones de trabajo que dicen sufrir desde que Flisa asumió el servicio. Bajo el lema ‘La ONCE hace negocio a costa de pacientes y trabajadores’, exigirán que se frenen los despidos y que la empresa devuelva la Lavandería Central Hospitalaria “al sistema público”.

Se trata de una movilización que ya ha recibido numerosos apoyos de diversos colectivos de la Marea Blanca, entre ellos el Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS).

Desde que se produjo la privatización de este servicio han sido constantes las quejas de los trabajadores de los hospitales, que denunciaban que la ropa llegaba sucia e incluso con insectos. Los trabajadores de la Lavandería Central se movilizaron, paralizaron el servicio e incluso fueron a la huelga, pero no consiguieron detener los planes del Gobierno regional.

Ahora, y tras unos meses de ‘silencio’ -la última protesta del colectivo, una huelga, finalizó en enero de 2014- los trabajadores han decidido retomar sus protestas para denunciar las prácticas de Flisa y los “abusos” que está cometiendo y “defender lo público”.

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