Vértice 360º reconoce ahora “defectos formales” en el ascenso a la presidencia del sobrino político de Cospedal. Otros dos consejeros abandonan sus puestos. El ascenso a la presidencia de Vértice 360º de José Herrero de Egaña y López del Hierro se produjo incurriendo en varios “defectos formales”. Así lo ha reconocido hoy el propio sobrino político de María Dolores de Cospedal en una misiva en la que se informaba también de la ‘espantada’ de dos de sus hasta ahora consejeros.
La carta ha sido remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a media mañana de este jueves festivo para las Bolsas europeas. En ella se explica al supervisor bursátil que el ascenso del sobrino de la presidenta castellano-manchega, así como todas las decisiones tomadas por el consejo de administración de Vértice desde su promoción el pasado mes de septiembre, queda ratificado “tras haberse detectado defectos formales al momento de su nombramiento”.
Sin embargo, el hecho de que estas faltas hayan quedado subsanadas no ha servido para acabar con el baile de sillas que en las últimas semanas se vive en el máximo órgano de gobierno de la productora audiovisual. Según consta también en la misiva, dos de sus hasta ahora consejeros han decidido abandonar el barco. Se trata de Enrique Lahuerta Traver y de Isabel María de Prada Guaita, secretario y vicesecretaria del consejo de la compañía. Ambos presentaron sus renuncias, aceptadas en una reunión celebrada el pasado 23 de diciembre de la que no se ha dado cuenta al mercado hasta hoy. Tres días después.
En esa misma reunión, uno de los socios del despacho Cremades & Calvo-Sotelo, el abogado Juan Ignacio Peinado Gracia, fue designado como nuevo secretario del consejo de administración de Vértice 360º. Su presencia en la compañía se remonta a poco más de un año, cuando se hizo con la presidencia de la productora el máximo directivo de su matriz Ezentis, Manuel García-Durán. Tras el relevo de éste por Herrero de Egaña y los cambios desembocados desde entonces, ahora asciende en el escalafón de la cotizada.
La compañía que preside el sobrino de la también secretaria general del Partido Popular está sumida desde hace dos semanas en preconcurso de acreedores. La falta de avances en el negocio que se prometía con la externalización y privatización de las televisiones públicas autonómicas ha colocado a la compañía al borde de la quiebra. Cuenta ahora con cuatro meses para alcanzar un acuerdo con sus prestamistas y evitar así convertirse en una más de las compañías que en los últimos meses sucumben al peso de sus deudas y son forzosamente retiradas del parqué madrileño.
