Los nuevos socios malteses del presidente de Ezentis desembarcan en la compañía

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Los nuevos socios malteses del presidente de Ezentis desembarcan en la compañía

Ezentis, sede

Los malteses de Strongback Holding ya son accionistas de Ezentis. La ampliación de capital que les ha dado entrada ya ha quedado registrada y en breve sus acciones serán admitidas a negociación. Los últimos socios del presidente de Ezentis, Manuel García-Durán, ya están en el capital de la compañía. Los malteses de Strongback Holding Limited son ya accionistas de pleno derecho de la cotizada española y nuevos miembros del pacto de sindicación que desde hace casi dos años mantienen varios altos cargos ejecutivos de la compañía.

La ampliación de capital por la que los inversores malteses se han hecho con un 0,77% de Ezentis ya quedó inscrita en Registro Mercantil de Sevilla el pasado jueves 21 de noviembre, si bien hasta este martes no se ha informado al mercado del trámite. Ahora, se espera que “en los próximos días” sean admitidos a cotización los 4,24 millones de nuevas acciones que han adquirido.

Cuando el pacto de entrada de los malteses se anunció el pasado jueves en que ya quedó inscrita la operación, ya se anunció que los de Strongback pasarían a engrosar la creciente lista de accionistas aliados de Manuel García-Durán en la gestión del grupo de tecnología e infraestructuras. En su última comunicación, los inversores sindicados ya aglutinaban un 12% del capital social de la compañía.

El precio unitario que los malteses han desembolsado en metálico por cada una de las nuevas acciones ha sido de 0,236 euros por título. Una valoración que supone un importante descuento frente a los 0,39 euros unitarios a los que la gráfica de Ezentis ha cerrado este martes tras sumar un 5,6% a su reciente y sostenida remontada de precios.

Toda una hazaña, según los expertos, teniendo en cuenta que la compañía ha suscrito acuerdos de ampliación de capital con entrada de nuevos socios o conversiones de deuda por 14 millones de euros en solo los últimos dos meses. Y es que la emisión de nuevas acciones no suele sentar bien en Bolsa por el efecto dilutivo que tiene sobre los viejos accionistas de las compañías.

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