Indra retrocede en Bolsa con el veto de Brasil a nuevos contratos

La dirección de Indra sostiene que el veto en Brasil es fruto de “una interpretación errónea del concepto de grupo empresarial” sin fundamentación jurídica. Indra sufre una desbandada inversora en tiempo de descuento para su toma de control sobre Tecnocom. La compañía pierde más de un 1,5% en Bolsa este lunes al conocerse que el Gobierno de Brasil ha vetado cualquier contratación con la cotizada española a consecuencia de un viejo litigio con una filial del grupo.
 
Aunque Indra ha informado de que esta circunstancia “no tendrá efectos significativos en el grupo a nivel consolidado”, son muchos los inversores optan por poner distancia con la compañía De poco ha servido también que la tecnológica haya achacado la situación a “una interpretación errónea del concepto de grupo empresarial” que confía en que “será revocada por falta de fundamentación jurídica”, según recoge la documentación remitida este domingo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
 
La declaración de “inidoneidad” para contratar con la administración pública brasileña por “plazo indeterminado” es consecuencia de un procedimiento administrativo abierto en el año 2011 contra la subsidiaria Polipar por parte de organismos federales del país amazónico a consecuencia de “posibles irregularidades en un contrato de arrendamiento de inmueble” suscrito en el año 2005 entre la filial y las autoridades regionales de Aguas Claras.
 
Desde la cotizada española se denuncia que “durante toda la tramitación de este procedimiento no hubo notificación alguna” a la matriz del grupo en Brasil, porque además “no fue parte en el mismo”. Sin embargo, se reconoce que en noviembre de 2016 recibió por primera vez una nota al respecto. En este contexto, se ha recurrido ya ante las autoridades competentes, “convencida de obtener un fallo favorable”, según recoge el comunicado remitido al supervisor español.
 
En cualquier caso, la declaración del Gobierno de Brasil es a futuro, por lo que no quedan afectadas ningunas de las adjudicaciones con las que ya contaba Indra en el país latinoamericano a través de sus filiales.