Vino de Jerez vs whisky de Escocia: la guerra del Brexit llega al bar

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Vino de Jerez vs whisky de Escocia: la guerra del Brexit llega al bar

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Las aseguradoras británicas son las que más rápido ha hecho las maletas por el Brexit con rumbo a Luxemburgo e Irlanda, que han promocionado mejor que España. La cuestión del Brexit tiene una importante vertiente de guerra aduanera revestida de conflicto gastronómico. Desde Deloitte se asegura que el vino español será uno de los productos más penalizados por Reino Unido si se confirma la desconexión dura con Bruselas, que respondería haciendo lo propio con los whiskys.
 
El director de área de aduanas e impuestos especiales en Deloitte Legal, y hasta hace poco inspector de Hacienda, Pablo Renieblas lo tiene claro. Si la ruptura entre Londres y sus todavía socios comunitarios es a las bravas, “el vino español se convertirá en un artículo de lujo para las familias británicas”. Podría ser el principio del fin de la tradicional estampa de un brindis con jerez en las mesas inglesas.
 
Este experto apela a su experiencia en el gabinete que ahora lidera el ministro Montoro para apoyar su argumentación. “Reino Unido siempre ha intentado favorecer a su cerveza frente al vino que no produce”, ha explicado en una jornada sobre el impacto del Brexit organizada en Madrid por la firma de consultoría para la que ahora trabaja. En este sentido, explica que la normativa comunitaria contempla no se puede penalizar a un producto en competencia directa con otros, pero que una vez fuera del club continental, esta regla quedaría sin efecto, lo que permitiría a Londres regular a favor de su cebada.
 
La opinión del experto, refrendada por varios de los presentes en la sala, es que Reino Unido penalizará la importación de vinos por partida doble: primero con el aumento de aranceles para el paso aduanero, y segundo con el establecimiento de nuevos impuestos especiales para desincentivar su consumo frente a la cerveza producida en su territorio. Una iniciativa a la que intuye que la Unión Europea respondería con subida a los gravámenes de paso de frontera para los whiskys de procedencia británica.
 
Mientras que la importación hacia la Europa Continental de cerveza de marcas británicas no es muy elevada, sí es más el volumen de botellas de whiskey que llega procedente del Reino Unido a esta orilla del Canal de la Mancha. Además, Renieblas concluye que con esta medida no se penalizaría al consumidor doméstico, ya que podría seguir optando por espirituosos procedentes de otros territorios como Irlanda, Malta y EEUU. Lo más curioso del caso es que la mayor parte de la producción británica de este licor tiene lugar en Escocia, nación integrante de la unión británica que votó mayoritariamente en contra de la ruptura con Bruselas.
 
Los expertos Ignacio Echenagusia y Santiago Hurtado, del departamento legal de Deloitte, apuntaron hacia las principales incógnitas que rodean la desconexión desde el punto de vista corporativo. Así, apuntaron especialmente hacia el futuro de las sociedades anónimas europeas registradas en Reino Unido así como al uso de figuras del Derecho británico como el scheme of arrangement frente a los tradicionales sistemas de proceso concursal continentales.
 
Desde Londres, la experta Polly James, socia de la consultora Berwin Leighton Paisner, explicó que las compañías de seguros son las que más rápido han hecho las maletas. En este sentido, apunta hacia Luxemburgo e Irlanda como sus destinos preferentes. Por lo que se refiere a la batalla de España por atraer a la City londinense, la británica considera que pese a los esfuerzos encabezados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no se están produciendo tantos contactos de alto nivel como los que sí están manteniendo otros países europeos.
 
A favor de España como posible destino de los huidos del Brexit, James apunta hacia la apuesta por el inglés como lengua vehicular para la tramitación de documentación y para la gestión ordinaria del negocio. Por su parte, Miguel Prado, asociado sénior de Deloitte Legal subrayó las oportunidades que el mercado nacional ofrece para el establecimiento y desarrollo del sector fintech, donde a día de hoy ya son “muchas” las empresas de esta tipología que se han instalado a este lado de los Pirineos para prestar sus servicios en otros países.
 
El temor de un ministro británico
 
En caso de que se confirmen las sospechas del ex inspector de Hacienda, que tiene claro que no puede establecerse un sistema de cero cuotas aduaneras, se confirmarían también los peores temores del ministro británico de Comercio. Este sí aboga por aduanas sin peaje para quedarse con la parte más ventajosa del club comunitario.
 
Mark Price, que es el nombre del ministro de Su Majestad Isabel II, explicó en una reciente visita a Madrid que “con dos hijas de 14 y 21 años, buena parte de mi dinero ha ido a Inditex”. Igualmente, explicó que se rompieran las relaciones comerciales establecidas ahora entre España y Reino Unido, quizá se volvería más difícil ver un Jerez, un Rioja o un Ribera o incluso naranjas de la huerta valenciana en las despensas inglesas, o menos whisky escocés en los bares españoles.

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