La inmobiliaria cotiza ahora un 30% por encima de sus mínimos de hace justo un año, cuando sus acciones luchaban por no perder de vista la cota de los cinco euros.
El plan de inversión de Colonial ya cuenta con su primer avalista en lo que a análisis se refiere. La inmobiliaria ha recibido este martes consejo de compra desde Deutsche Bank, que ha elevado el precio objetivo de su gráfica hasta los 7,50 euros por acción confiado en el buen efecto de su recién presentada hoja de ruta.
La nueva cota a la que los analistas sitúan las acciones de Colonial a medio plazo supone un potencial alcista del 9% desde precios actuales. Además, estiman un crecimiento del beneficio por acción del 16,8% hasta el año 2018 a pesar de que el nuevo plan de inversión se traduzca en una ratio de deuda neta sobre su beneficio bruto de explotación de 13,9 veces.
Estas cifras han llegado como digestión de la hoja de ruta que la inmobiliaria presentó ayer en la tarde y que en las últimas sesiones había agitado la negociación de sus títulos. Este plan se concreta en la inversión por hasta 400 millones de euros, que tiene su punta de lanza en la construcción de una nueva torre en la Plaza de Europa de Hospitalet de Llobregat, uno de los nuevos polos económicos del área metropolitana de Barcelona.
Las iniciativas anunciadas se enmarcan en el Proyecto Alpha II, que permitirá a la sociedad incorporar a su cartera más de 54.000 metros cuadrados de superficie sobre rasante. Las obras de la nueva torre se ejecutarán a través de una alianza empresarial con la firma ladrillera de la familia Puig, según informaron ayer lunes los primeros espadas de la cotizada. Este proyecto en concreto está pensado para el desarrollo de oficinas en 21 plantas que suman 14.000 metros cuadrados.
Más allá del acuerdo con la saga de perfumeros, prevé la adquisición de un inmueble en cada una de sus plazas fuertes de actividad: Barcelona, Madrid y París. Incluso después de este “acelerón”, como ayer lo calificó su presidente Juan José Brugera, la inmobiliaria augura que mantendrá su ritmo inversor en unos 500 millones de euros al año de manera que aproveche las oportunidades que surjan en el mercado y se mantenga la actividad de mejora de los activos en cartera.
Si bien la deuda del grupo equivale a un 42% del valor de sus activos, la compañía cuenta con 700 millones en caja fuerte para acudir a nuevas compras, a la par que podría disponer de financiación adicional sin perjudicar su calificación crediticia. Recientemente se han anunciado adquisiciones en todas las tres ciudades que copan su cartera, lo que ha ayudado a volver a impulsar la cotización por encima de los 6,50 euros unitarios, acumulando una revalorización del 30% desde mínimos de febrero del año pasado.
