ACS cede a la cola del Ibex pese a la luz verde a la venta de Urbaser

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ACS cede a la cola del Ibex pese a la luz verde a la venta de Urbaser

Sede de ACS

Los costes asociados al proceso de reestructuración de la marca australiana Cimic, anteriormente conocida como Leighton, impactan de lleno en su balance trimestral.

El rojo se apodera de ACS con caídas del 3,5% en la sesión en la que recibe el visto bueno del superregulador para desprenderse de Urbaser. La digestión de unas cuentas en las que no se han alcanzado todas las previsiones de los analistas sitúa a la constructora al fondo de un Ibex 35 que logra aferrarse a las alzas.
 
La autorización para la venta de la filial de servicios urbanos de ACS ha llegado este martes de parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El comprador no es otro que el grupo chino Firion Investments, controlado por la firma China Energy Conservation and Environmental Protection (Cecep), nombre que ya se anunció a finales del pasado mes de septiembre. Entonces se anunció la resolución de un proceso que en varias ocasiones se había tenido que cerrar sin comprador.
 
Con esta autorización sobre la mesa, ACS avanza en su objetivo de rebajar endeudamiento, el que sin duda ha sido el punto fuerte de sus cuentas trimestrales. En la presentación del balance de cierre de los nueve primeros meses del año, la constructora que preside Florentino Pérez se fijó clausurar el ejercicio con un pasivo inferior a los 1.600 millones de euros. Una cifra que se haría posible en buena medida con la inyección de entre 1.164 y 1.399 millones por la venta de Urbaser.
 
A pesar de estas noticias, los inversores parecen penalizar los contratiempos que la cotizada está encontrando para la reestructuración de Cimic, la filial australiana de su marca alemana Hochtief y anteriormente conocida como Leighton. En estas mismas cuentas se recogía una partida de 101 millones destinada a inversiones operativas en la filial de servicios urbanos que aparecía ya clasificada como actividad interrumpida.
 
El beneficio neto del grupo a cierre de septiembre se situó en 570 millones de euros, un 0,7% menos que hace un año. Si bien no se reflejaba ingreso alguno por la operación sobre Urbaser, sí que el cambio de criterio contable permitió adelgazar su deuda en 742 millones de euros, con lo que el pasivo conjunto del grupo cedió en un 29% para caer ya por debajo de los 3.000 millones que se había marcado como primer objtetivo.
 
Los ingresos del grupo se redujeron un 7% en este periodo con respecto al mismo del año anterior, hasta los 23.371 millones de euros. De esta partida, la mitad provino de Norteamérica, pues EEUU y Canadá fueron origen de un 46% de una facturación global que ya procede en un 86% del negocio internacional del firma española.
 
A pesar del retroceso de este martes, la gráfica de ACS lograba aguantar sus soportes más sensibles, con lo que la puerta hacia posibles nuevos y bruscos descensos permanecía cerrada por el momento. Así, la compañía lograba aguantar un repunte del 1,2% en Bolsa desde que empezó el año.

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