Las sospechas de uso de información privilegiada vuelven a salpicar a ACS

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Las sospechas de uso de información privilegiada vuelven a salpicar a ACS

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El hombre fuerte de Florentino Pérez al frente de la filial Cimic se ha salvado de aparecer en el recuento de posibles oportunistas de la OPA de Hochtief. ACS vuelve a verse envuelto en un caso de uso ilegítimo de información privilegiada. Las sospechas comenzaron a cernirse sobre el grupo constructor que preside Florentino Pérez en marzo de 2014, pero ha sido ahora que el directivo está convaleciente de una intervención quirúrgica cuando su filial alemana Hochtief ha entonado el mea culpa.

Hochtief ha admitido que semanas antes de cerrar su OPA por la australiana Leighton tuvo conocimiento de las cuentas de la compañía para el ejercicio 2013. Una información que, además de haber facilitado la toma de decisiones en la filial germana de ACS, habría supuesto para algunos miembros de la compañía el chivatazo perfecto para aprovecharse de la lluvia de millones orquestada desde la cotizada española.

Aunque la regulación australiana para estos casos no contempla una multa muy elevada, el coste reputacional para el grupo constructor promete ser más notable si cabe. En este sentido en el año 2008 ya se acusó a la presidida por Florentino Pérez de haber filtrado información privilegiada en cuanto a su plan de desinversión en Unión Fenosa, lo que en su momento provocó un fuerte crecimiento en la negociación al contado y mediante derivados a futuro en ambas sociedades.

En este sentido, la alarma del supervisor australiano había saltado precisamente en marzo de 2014, justo antes de cerrarse el periodo de aceptación de una OPA que, además, había sido prorrogado. En los días extra añadidos por Hochtief se produjo un fuerte incremento en la negociación bursátil de Leighton, que una vez integrada en la estructura de la constructora española fue rebautizada como Cimic.

Como entonces, la marca alemana se ha esforzado en salvaguardar a su más alto directivo, el asturiano Marcelino Fernández Verdes, de la polémica. El supervisor australiano no ha señalado como sospechoso al hoy por hoy presidente ejecutivo y director general de la cotizada australiana, el mismo hombre a quien Florentino Pérez confió la reestructuración de negocio y organigrama de Hochtief y, después, de la propia Cimic.

A la espera de las consecuencias que el reconocimiento de infracciones “accidentales” de la ley puedan tener, las acciones de Cimic han encajado este martes la noticia en la Bolsa de Sídney con caídas del 3,5%. El castigo generalizado de la Bolsa española se ha visto acrecentado en ACS, que ha visto vaporizarse cerca de un 5% de su capitalización bursátil.

En el peor de los casos recogido en la legislación del país-continente, la multa podría ascender a 1,5 millones de dólares australianos, unos 972.000 euros, según recoge la prensa local. Mientras tanto, Florentino Pérez se repone de una operación de hernia en EEUU.

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